¡Milagro! El obtenido en el día que México le destina a esta venerada imagen al Senador Armando Guadiana Tijerina, quien resistió la metralla que le lanzara su fallido contrincante Ricardo Sóstenes Mejía Berdeja, a quien se le recuerda aun su paso como burócrata en la Secretaría de Gobierno, en la administración del licenciado Enrique Martínez y Martínez como titular del eufemísticamente función de «análisis de la información» con la que se encubrían otras actividades relacionadas con el espionaje político y otras nada prosaicas como la de ejecutar «guerra sucia» sobre figuras, personajes, o simples ciudadanos que se consideraban en tales tiempos merecer tales atenciones y desatar sobre ellos toda la guerra sucia que les fuera necesaria. De estas estrategias, Guadiana Tijerina, el controversial empresario y posible candidato de MORENA al Gobierno de Coahuila salió mas que bien librado, toda vez que tal campaña, que incluyó «la revelación» de los presuntos juicios que arrastra, lo hicieron inmunes a la opinión que les mereciera los consultados en las famosas encuestas, que sustituyen al «Gran Dedo» cuya decisión se conoció luego del mediodía del pasado 12 de diciembre, por el público, toda vez que con antelación los participantes en esta encuesta, citados a la capital del país, eran ya conocedores cuando se presentaron en la rueda de prensa citada exprofeso y a la cual, pues nomás no asistió el principal perdedor de la misma y con ello desató el ruido y la furia de sus seguidores, lo que logró reunir a la voz, dicen que de manera principal lanzada por el ex dirigente estatal del PRI en Coahuila Noé Garza hará cosa de nueve meses, arrastrando con eso, el cascajo que quedaba aun en busca de reciclaje electoral, así como de «purificación» que haga olvidar, o borrar su pasado partidista, furia que aun no se calma, con todo y que previo recibían cual maná el triunfo de otros tránsfugas habían alcanzado en la toma de poder de las Secciones sindicales del SNTE según se advierte de filtraciones registradas y que se imputan a la Secretaria de MORENA Layla Jamile Matnus quien les pide a quien cuestiona, esperen indicaciones sobre los pasos a seguir bajo la guía del ya perdedor Mejía Domínguez, que desde ayer 13 de enero, no da señales de vida, y nada se conoce aun de su supuesto encuentro la tarde del día mencionado en la capital del país con el Presidente AMLO, o si este siquiera lo recibió al presentarse, solo y su alma portando una carpeta con papeles o documentos, vaya Usted a saber, ante las puertas del Palacio Nacional.
Sin embargo esta duda estará resolviéndose, si el ex Bebesaurio aparece o no, junto al presidente en su mañanera como había venido siendo ya tradicional y promocional en el espacio de la mañanera. Por lo pronto Mejía Berdeja arrastra, tras de sí, una cauda de viudas, viudos, huérfanos políticos que «descobijaran» sus ilusiones, mas bien sus ambiciones a través de tal camino, del cual, solo les queda uno que otro atajo, o bien volver sobre sus pasos, tras el naufragio del barco en el que navegaban hacia un presunto destino venturoso, según imaginación desatada en las mentes de un Shamir Fernández, de un Jorge Luis Morán, un Severo Ortiz, no así a los «embozados» que de seguro, se afirma regresarán por el camino por el cual se fueron.
Hay pues expectación, sobre que rumbo tomarán las expresiones del «síndrome del pataleo» que padece, de hace mucho tiempo Ricardo Sóstenes Mejía Berdeja , como no lo hizo tampoco cuando el entonces Gobernador Rogelio Montemayor Seguy le canceló la posibilidad de ser candidato a diputado federal, luego de haberle dado la oportunidad bajo las siglas del PRI como diputado local, rechazo que provocó finalmente su exodo rumbo a Guerrero, vaya usted a saber por cuales caminos, no sin antes haber escrito un librajo en contra del citado gobernante y ahí, buscó luego una diputación federal, bajo las siglas de Movimiento Ciudadano, pero luego participó con mucho énfasis en la campaña de Felipe Calderón y mas adelante con la de Ricardo Anaya, lo que muestra la «sólida consistencia de su pensamiento ideológico» que nada tiene que ver, claro, con oportunismo alguno..
Y entre tanto en las filas del PRI la postura del alcalde Román Alberto Cepeda González, sigue siendo un enigma, pues dicen ya que no, que no buscará ser candidato al gobierno de Coahuila pero luego se contradice, afirmando esperar los términos de la convocatoria de su partido, para aspirar a tal candidatura, eso sí, sea cual fuere su decisión, «siempre estará apoyando al Ingeniero Miguel Angel Riquelme Solis», por lo que «ya diremos» si finalmente se decanta por tal participación, pues el PRI ya anticipó que el piso estará parejo para quien quiera entrar en tal competencia, al fijar como decisión que la candidatura citada se defina a través de una votación abierta, a su militancia y simpatizantes, es decir, mas piso parejo no puede haber. De ser así, Román Alberto deberá presentar su licencia o renuncia al cargo que hoy ostenta, el día primero de enero del 2023 de no hacerlo «chupara faros» su ilusión en este tema con todo y ello, tendrá un papel mas que importante más tarde, cuando Manolo Jiménez se espera, sin sorpresa alguna de por medio, resulte ser el candidato tricolor, así lo anticipan encuestas, con todo y que en el PRI éste no será de modo alguno método oficial para tal designación, pues Román como alcalde de Torreón y como tal jefe político en todo su municipio, deberá dar mas que buenas cuentas electorales al abanderado estatal, pues no se vale y se anticipa que presente «cuentas mochas» como fue el caso del alcalde interino Jorge Luis Morán en el pasado proceso electoral estatal…
Al parecer, en otros organismo partidistas, como lo es Movimiento Ciudadano, se afirma que su candidato a gobernador será Lenin Pérez, el ex alcalde de Acuña y eternizado líder moral de la UDC, pues definitivamente no se entendió con MORENA. Queda luego de despejarse la incógnita política electoral mayor por despejarse, la que corresponde a la designación de candidatos para renovar 16 diputaciones locales por mayoría, pues el resto y hasta completar 25, serán destinados a reconocer a las burocracias partidistas, cual jugoso premio de consolación, las que ocupen la atención de la opinión pública, bien se designen nuevos aspirantes o bien se vaya por la ratificación en tales cargos de algunos que hoy los ocupan…
Y en otro escándalo, este con destino al interés de restos que quedan de lo que fuera la High Society de Torreón allá por la década de los años 90, cuanto Rogelio Montemayor y su esposa Lucrecia Solano regenteaban «la cumbre» de tal imaginaria pirámide social y que se aglutinó en torno a la recuperación de un espacio cultural -el Teatro Isauro Martínez-, que había venido a menos donde pudieran lucir sus galas, su importancia y que de manera paralela hizo surgir cual fruto, hasta hoy el único, a la Camerata de Coahuila, creándose para ello el correspondientes Patronato, cuyos integrantes datan desde tales fechas, con la debida rotación de directivos y a quien le toca, al parecer, solo administrar los recursos públicos con que fue dotada la conservación y funcionamiento del inmueble que aloja tal espacio escénico, que luego también devino luego en su importancia político social, al restaurase el Teatro Nazas, debido a su mayor aforo y con ello, dejó de ser el centro territorial del poder social y político que ostento durante la gestión montemayorista. Ahora se encuentra en el ojo del huracán mediático, luego que su ex directora, Lourdes Bernal Tarango, hace pública la denuncia que ha interpuesto en contra de tal Patronato que preside, el tío del alcalde, Román Cepeda Jr., ante la Junta de Conciliación y Arbitraje por despido injustificado, y otros, así como exigiendo la restitución en su cargo, ya que considera que su despido, fue del todo injustificado. Tal caso, al parecer, no podrá resolverse solo con dinero, elemento con el que mucho cuentan algunos de los integrantes del Patronato, toda vez que los gastos de la institución han venido quedando cubiertos, desde hace años ya, por el erario público según asignaciones del Gobierno de Coahuila y del Municipio de Torreón y una que otra partida del presupuesto federal -la última por 30 millones-, para la conservación del inmueble. Por lo pronto y ante las «revelaciones» de doña Lourdes quien le puso «el cascabel al gato» hace falta que al tema se le aplique «transparencia».