Torreón, Coahuila.- Dura, difícil, además de costosa, pero finalmente muy positivas las experiencias de gobierno y personales que deja al Gobernador Miguel Angel Riquelme Solis, la atención brindada y la estrategia generada y aplicada con la población y su gobierno ha hecho frente frente al flagelo de Covid-19 a tres años del surgimiento mundial y su lesiva presencia entre nosotros.
Preguntado sobre tal experiencia personal y de gobierno que la ha generado el haber atendido a lo largo de los últimos tres años un tema inédito como es el la pandemia del COVID-19, no solo en el recuento de decesos, que suman más de 9,000 en la entidad, sino el reto que impuso la atención a un fenómeno inédito, en cuanto a su costo económico, así como el agotamiento de su tiempo de gobierno en la atención casi exclusiva a esta y al el resto de los impactos generados en las actividades públicas.
Sobre tal particular, el Gobernador Riquelme Solis citó que administrativa y políticamente, «lo que mas me enseñó fué a tomar decisiones, mi mayor experiencia resultó ser la Secretaría de Gobierno en el sexenio anterior, cuando fui Secretario de Gobierno, Secretario de Desarrollo Regional y Social; ahí se dio, mi mayor experiencia».
Creo, agregó luego, «que mi mayor experiencia como en la toma de decisiones, se dio en la pandemia y en el acierto en la conformación de dividir Coahuila y atenderlo en sus regiones».
«No solo se atendió en materia de salud, sino que fuimos desahogando obra pública, seguridad y todo lo que de alguna forma representa en el bienestar de la gente».
Y nos enseñó, agregó, «a tener una real participación ciudadana», que dijo, «pues siempre era de dientes para afuera».
Es decir, recordó, «que yo me reuniría como cinco ó seis veces cuando fui alcalde con las cámaras empresariales, si mucho. Ahora me reúno cada lunes desde hace dos años y medio».
Y no es lo mismo, admitió, «pues ellos saben que ahí, pueden tratar un problema chiquito o grave, y aquí se puede resolver porque estamos todos los actores políticos y sociales».
«Sin lugar a dudas, fue una de las mayores experiencias. Sí hubo un gasto extraordinario que provocó la pandemia, en su momento, pues siguen los gastos».
En su momento, reveló, «fueron más de 1,800 millones de pesos los que se erogaron y no estoy hablando de medicinas, sino de módulos, unidades móviles que no nos iban a quedar por mucho tiempo y que al final nos hizo incrementar el número de camas».
«Coahuila que sumaba con alrededor de 300 camas disponibles y no todas con los requisitos que se requerían, ventiladores, etc. Llegamos a tener luego 1,478 camas en total, las cuales hoy se utilizan para enfermedades y padecimientos de otro orden».
«La pandemia nos impulsó a mejorar la infraestructura hospitalaria, pero sobre todo, a tomar decisiones con la participación de la sociedad. Esa, es una de las mejores experiencias».
Y en cuanto al tiempo de su gobierno dedicada a su atención, manifestó no haber sentido que el tiempo se le haya ido muy rápido con ello. «Creo que tuve más chamba y peligro que el normal. Lo sorteamos bien, trabajamos».
«Creo que trabajamos en varios frentes», explicando que, «las burocracias no se mezclaban, y hoy dejamos todos las regiones trabajando no solo en materia de salud, sino también en reactivación económica, turística, deportiva, cultural, educativa, que hoy tiene directrices. Es muy difícil, pero hoy están en el mismo contexto», pero reiteró que, «no fue fácil, sino lo contrario, muy muy difícil».