¡Y a algunos nomás no se les hizo el esperado milagro! Impetrado a la Virgen de Guadalupe y al resto de Santos y potestades que forman de la corte celestial, a los miembros de la clase política coahuilense que se sienten con derecho a aspirar a la permanencia en el servicio público o bien al acceso a las candidaturas para cargos de elección popular, no les queda por ahora esperar lo que les traiga Santa Claus, con todo y que algunos, que se sentían por demás seguros de trascender en sexenio, en ambos ámbitos dejaron de escribir la consabida carta de deseos, y deberán esperar en angustioso stand by no morir en tal intento, cual si fueran guajolotes, en la víspera navideña. Por ahora, y a solo semana y media de haber tomado las riendas del gobierno de Coahuila, Manolo Jiménez Salinas cuenta aun con algún margen de maniobra para desfogar las presiones que la tarea de repartir cargos le estará generando no solo ahora, sino desde el momento mismo que se alzó como ganador de la pasada contienda bajo la conjunción inédita, históricamente, de no solo de las fuerzas de su partido, el Revolucionario Institucional, sino de los aliados que bajo las circunstancias que impone la condición política nacional ha impuesto y en este caso de Coahuila, se añadió también, las generadas por «la sociedad civil» ese invertebrado gaseoso, que también demanda su inclusión en el organigrama del gobierno estatal, pues se pretende que en este régimen sea el más ciudadanizado de su historia.
Se acabó aquello de «todo para el vencedor» que posibilitaba que los partidos políticos no hicieran alianza registrada ante órganos electorales, como ya se estila el modelo que ante la complejidad y diversidad en el país, parece ha llegado para quedarse. De ahí que los primeros nombres de quienes estarán gobernando Coahuila, haya generado al menos entre los laguneros, según opiniones que cual murmullo se expresan, algo más que desilusión no solo por los escasos nombres dados a conocer, sino por las funciones a desempeñar, más allá de algunos «repetidores», como es el caso de Miguel Algara, con todo y que la Secretaría de a su cargo, deberá desgajarse para dar cabido a las funciones que parece, se le estarán asignando a Fernando Gutiérrez, el Guty, y que según se advierte, la encomienda central en este encargo, será eso de «echar a andar el BRT», y en tanto que desgajado de la Desarrollo Económico y Competitividad la función de promoción, a través de una nueva entidad denominada Pro Coahuila, éste a cargo de un ciudadanizado, novato e inesperado participante, más expectativas aun, desatan la reedición de la Secretaría de Desarrollo Regional, con cobertura sobre toda la zona lagunera, y que según se recuerda en la primera ocasión de sus existencia, por decisión del entonces gobernador Humberto Moreira Valdes, fue desaparecida posteriormente en el siguiente sexenio.
Hoy resulta que ya se ha designado a quien será su titular, siendo este el Licenciado Eduardo Olmos Castro, y en tanto, el sampetrino Jorge Abdala será uno de sus subsecretarios. A la fecha, no se conocen las funciones que el gobierno del Estado va a conferir a este, su representación, y sobre todo que presupuesto le estará asignando para que lo las cumpla, también entre las inquietudes, se encuentra que destino tendrá el Programa Mejora en la Laguna, pues no se incluyó representante o coordinador en esta zona del Estado, como si se ha hecho ya en las cuatro restantes.
En fin, más que intenso resultará este larguísimo mes de diciembre, pues en este período, se estará conociendo ya, y una vez consumada oficialmente la alianza de las fuerzas del PRI, PAN y PRD, quienes serán finalmente los candidatos a diputados federales, en los Distritos electorales federales que tienen como sede Torreón y San Pedro. Por lo pronto haya que ver como andan por ahí en lo que queda de la fuerza panista en Torreón, más que esquilmada «desde en antes», sin cuadros juveniles o al menos no muy vistos para sacar de entre estos, a quien resulte ser el candidato de la Alianza, pues se afirma que bajo esta condición el PRI, les estará cediendo una candidatura, bien en el V, o en el VI distito, una vez que en la pasada contienda, solo lograron sumar menos de 30 mil de los 195 mil votos emitidos en el municipio de Torreón, pero ya los tiene ahí, alzando la mano, los licenciados Guillermo Anaya y Jorge Zermeño Infante en medio de un escenario en el que se demanda y domina y empuja fuerte el relevo generacional.
Por lo pronto se sostienen que habrá reelección en Torreón en persona del licenciado Román Cepeda, de ahí que el resto de sus contrincantes, que han alzado la mano por lo mismo, es decir, el diputado federal José Antonio Gutiérrez y el aun regidor Enrique Sarmiento Alvarez, al parecer, en esta ocasión «ya chuparon faros». En fin, ya estaremos viendo como se resuelve este dilema si es que lo hubo.
Lo bueno es que entre los de enfrente, es decir, los hoy filomorenistas, Shamir Fernández, Jorge Luis Morán deberán lavarse muy bien no solo la cara, sino sus conciencias, cuando aspiran a ser postulados, alguno de ellos, como candidato a la presidencia de Torreón, pero antes deberán «vencer» en las consabidas encuestas, a otro morenista de nuevo cuño, el empresario zapatero y herbolario Miguel Batarse, que insiste en transformarse en dirigente a través de exhibir su imagen montada sobre plásticos y cartones de costosos espectaculares, donde resiste todo tipo de aires, abundantes muy abundantes en esta región en esta, su campaña previa.
Y ni como dejar en el tintero el Informe de Gobierno rendido el pasado lunes, por el alcalde Román Alberto Cepeda González, con la asistencia, esperada por lo que tiene de significativa, del Gobernador Manolo Jiménez Salinas. Diremos que en principio el acto de masas, estuvo en esta ocasión más organizado que el realizado en su primer año de gestión, y solo cambio de formato en materia de videos y promoción de su imagen, muy a tono con los tiempos que corren en materia de estas tecnologías ya que no le compitió visualmente ningún elemento o factor de los reseñados, y que tuvo como fondo espectacular, pantalla que cubrió a lo ancho y largo el escenario del Teatro Nazas.
Cabe decir que como nunca contó con invitados extranjeros, eso es, su nueva amiga la Embajadora de España en México, y otro más. Al parecer, en esta ocasión tan la avasalladora producción no corrió a cargo de empresa local alguna. Y en cuanto al contenido, presentó los avances en cuanto a los cuatro ejes sobre los que gira sus intenciones de gobierno, amén del eje transversal que corresponde a la salud y un merecido agradecimiento a la colaboración que a su gobierno y a los torreonenses en condición vulnerable presta su esposa, la señora Selina Bremer.
En cuanto a los destacable de la intervención del alcalde resultaron ser lo avanzado en materia de movilidad, en especial la que demanda la zona norte de la ciudad, en plena expansión como nuevo rumbo a donde se concentra ya, no solo la vivienda residencial, en fraccionamientos cerrados de alta plusvalía sino los también mas importantes inversiones en materia de comercio y salud, de ahí que se justifica, en esta perspectiva, la inversión de más de 250 millones de pesos para la obra cumbre de este régimen municipal, el «Giro Independencia», que afirmó será entregado en poco más de 350 días a la fecha.
Diremos que en cuanto al mensaje que el Gobernador Jiménez Salinas dirigió a la audiencia, centrada en su compromiso de mantener la seguridad de que la que ha venido disfrutando Coahuila, como prioridad de su gobierno, y el apoyo que estará prestando a los torreonenses en el objetivo que señala la comunidad y hace suyos el gobierno municipal en turno, no sin señalar también, y esto es lo destacable, su decisión de atender en términos sociales las necesidades de la población en materia de drenaje, y abasto de agua, destacando luego la emisión de una tarjeta de salud, que hará posible acceder a quien sea derechoso de su uso, a los servicios médicos de primer nivel y otros.
Al término del acto protocolario, que por fortuna resultó breve, el alcalde encabezando a sus selectos invitados, entre los que se contaban al ex gobernador Enrique Martínez y Martínez y los ex alcaldes de Torreón sobrevivientes y otros más, les ofreció un banquete, servido en incógnito sitio, para el resto de los ahí presentes.