SALTILLO, Coahuila. 28 de octubre de 2024. Para celebrar el 67 Aniversario de la
Universidad Autónoma de Coahuila, en el Paraninfo del Ateneo Fuente se presentó
la Ópera “El Barbero de Sevilla” de Gioachino Rossini” que organizó la Coordinación
General de Difusión y Patrimonio Cultural, en colaboración con el Instituto Municipal
de Cultura y el Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León.
A la Gala asistieron el secretario de Gobierno de Coahuila, Oscar Pimentel
González; en representación del rector de la UAdeC, Octavio Pimentel Martínez, el
tesorero, Evaristo Alférez Rodríguez; el coordinador de Difusión y Patrimonio
Cultural, Félix Ibarra Linares; la directora municipal de Cultura, Leticia Rodarte
Rangel; el cronista de la ciudad, Armando Fuentes Aguirre “Catón”, funcionariado de
la administración central, directivos de Escuelas y Facultades de la UAdeC,
comunidad universitaria y público en general.
El público pudo disfrutar de una ópera cómica que cuenta la historia de un joven
noble, el Conde Almaviva, quien se enamora de Rosina, una joven que vive bajo la
estricta supervisión de su tutor, el Doctor Bartolo; el Conde, con la ayuda de un
astuto barbero llamado Fígaro, idea una serie de planes para acercarse a Rosina y
conquistar su amor.
La trama gira en torno a las travesuras y engaños de Fígaro para ayudar al conde a
burlar la vigilancia de Bartolo, quien también está interesado en casarse con Rosina,
principalmente por su fortuna; la ópera está llena de humor, intriga y situaciones
cómicas, acompañada por la vibrante y brillante música de Rossini, el estreno (bajo
el título Almaviva, o la precaución inútil) tuvo lugar el 20 de febrero de 1816, en el
Teatro Argentina, Roma.
El elenco de solistas de esta presentación estuvo conformado por Enrique Guzmán
como el Conde de Almaviva; Tamar Hernández como Bartolo; Aimée Tamayo, como
Rosina; Alejandro Paz como Fígaro; Juan Antonio Ortiz como Basilio; Cassandra
Mimiaga como Bertha y Eduardo Canela como Fiorello.
Así como la interpretación musical fue enriquecida con la participación del coro
masculino de la Compañía de Ópera de Saltillo y la Orquesta de Cámara de
Monterrey; mientras que la dirección escénica estuvo a cargo de Rodrigo García
Arroyo, la producción a cargo de Rafael Blázquez y la dirección concertadora a cargo
de Alejandro Reyes-Valdés.