¡7 años! Sí, son ya siete años que hoy se alcanzan éste día, en la que las familias de al menos 40 jóvenes estudiantes de la escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero, pues a la fecha, solo tres de los integrantes de este desafortunado grupo de estudiantes, han podido ser identificados, de manera oficial por las muy diversas autoridades que han tenido a su cargo y encargo, dar con su paradero, alcanzar su identificación plena, señalar y detener a los posibles responsables y mas aun, detenerlos y presentarlos ante la justicia, así como poder dar la cristiana sepultura a su restos, o también, de ser posible una utopía, encontrarlos vivos, como exigen en sus mantas de protesta sus familias. En este prolongado ínter, el caso ha servido para desmontar la pírrica realidad que exhibe nuestro precario sistema de impartición de justicia, si bien no en todas las entidades del país, sí en su mayoría, en las que se muestra no solo la fragilidad del mismo, la impericia, además de los intereses involucrados en que está la verdad, cuyo misterio ha envenenado y envenena al país, por dura de digerir que sea, salga a flote, pues al parecer se ha constituído en un auténtico fruto podrido, cuya putrefacción amenaza seguir afectando al cuerpo vivo de la nación, que incluso ante el cambio de un régimen no logra ser visible del todo y con ello se haga susceptible de ser extirpado. De ahí que ante tales hechos y los casi nulos avances en la investigación a cargo de la Comisión de la Verdad que para el caso fuera creada por Andrés Manuel López Obrador, sus resultados sean hoy por hoy tan exiguos, y que su titular Alejandro Encinas se encuentra ya tanto o mas cansado que el hoy exprocurador Jesús Murillo Karam, el primer responsable de la investigación federal que obligadamente tuvo que enfrentar el régimen de Enrique Peña Nieto y que según expertos, caso con el cual inicia el principio del fin de los regímenes neoliberales en especial, el del ultimo a cargo del priista Peña Nieto y que hoy por hoy ante los magros resultados obtenidos por el presente, mas allá de que se eche a bajo la versión de «la verdad histórica» laboriosamente construida para enterrar parece, literal y figuradamente la verdadera génesis de esta tragedia y con ella se desvanezca para los deudos la posibilidad de alcanzar justicia, así como la paz que ya merecen sus conciencias.
Hoy éste día calles y plazas de diversas ciudades del país, serán el escenario que agotan las familias de los desaparecidos, que imbatibles, cargan sobre sus hombros y sus vidas, la inconmensurable pérdida de sus hijos, así sea que en ello vaya la duda, la sospecha sobre cuanto tiene que ver con ello, no solo las autoridades y elementos de las fuerzas de policía el nivel municipal, o federal, o estatal, sino de elementos corruptos y corrompidos que hubieran formado parte de las H. Fuerzas militares ahí destacamentadas, en el área de Guerrero donde su ubica la ciudad de Iguala, Cocula y sus alrededores.
La duda, como se ha expuesto ya a lo largo de este doloroso recorrido de las familias que buscan a sus seres queridos, se ha externado ya, resta pues conocer de la respuesta que el Estado mexicano aporte sobre ello, deslindando injerencia alguna, si así lo es, en tal caso…
Toda una experiencia de orden intelectual y emocional resultó ser, para quienes hayan asistido a la ceremonia celebrada el pasado sábado, al Auditorio del Centro Cultural Braulio Fernández Aguirre ubicado en la Ciudad Universitaria de la UAdeC, en Torreón habilitado como Recinto desde el cual, la comunidad universitaria, testificó la designación que como Máster Ad Vitam, al ingeniero Adolfo Orive Bellinger, el mas alto grado y honor académico que la Máxima Casa de Estudios de Coahuila concede a quienes han sido relevantes por sus aportaciones a la academia o al servicio de la sociedad como es el caso de quien es considerado por sus pares, a nivel nacional, como uno de las mas destacados promotores organizador y orientador de organizaciones sociales campesinas, sindicatos y colonos en este país, y cuyo testimonio de entrega queda plasmado en la memoria de quienes a su lado, dieron la lucha por conformar métodos de participación comunal «desde abajo» no en las cúpulas políticas o económicas, en especial en la década de los años 70’s, y mas adelante como legislador en sus aportaciones a diversos artículos contenidos y vigentes hoy en nuestros leyes laborales y la propia constitución de las leyes laborales todo ello sin demerito de haber alcanzado una solida formación intelectual y académica por demas destacable, pues suma en su trayectoria vital, tres Doctorados, uno de las Universidad de París, otro de la Universidad de Cambridge, mas la publicación de innumerables libros y ensayos donde deja huella de su solido conocimiento de la teoría marxista, sin que por ello amerite explicación o justificación alguna, y finca en ello el conocimiento de las teorías que aportara a la ciencia social y al mundo el marxismo, y que hoy con 81 años a cuestas, lo hace predecir que la utopía de la 4 Transformación, ser solo eso, pues afirma que la misma no tiene futuro mas allá del 2024, bajo el argumento y su experiencia personal de que a la fecha, en ninguna época, en ningún país, en ninguna civilización, la obra de transformación social ha sido posible por la acción de un solo hombre, como es la pretensión de nuestro Presidente Andrés Manuel López Obrador, pues en tanto que el individuo no sea el sujeto de su historia y de la historia nacional, eso no será posible.
«No puedo aceptar», dice, «que una sola persona por mas que sea Presidente de la República y por mas que tenga buenas intenciones, no hay manera, la historia nos los dice que no hay manera de que una sola persona pueda transformar la realidad de toda una nación. Eso es imposible, no se ha hecho jamás en la historia». Tal opinión de tan calificado intelectual, académico y organizador social, como es el caso del PHD Adolfo Orive, pesa.
En este evento, imposible no recordar aquello de que «honrar, honra» y esto alcanza sin duda a los afanes que en materia del plus que da la UAdeC y su Rector Salvador Hernández Vélez con este acto…
Alicaídos, pensativos se encuentran dos que tres de quienes dicen aspiran a ser considerados por el alcalde electo Román Alberto Cepeda, como titulares de la Tesorería Municipal a partir del primero de enero del año próximo. Con todo y que administrar poco mas de tres mil millones de pesos, ingresos estimados como recaudación en este municipio capital de la Laguna, parecen ser suma mas que interesante, no dejan de recordar los destinos que registran en las administraciones priistas, sus dos últimos ocupantes en tal cargo, es decir, Pablo Chávez Rosique, que con todo y que constituyó un vendaval, verdadera ave de tempestades, es fecha aun que no logra finiquitar el proceso judicial que se se instruyó a raíz de las diferencias registradas por el cobro del famoso Impuesto Sobre Traslados de Dominio, una vez que para cobrarlos una omisión de una firma en el Decreto que los autorizó por parte del Congreso del Estado, que hicieran valer y hacer atajo por parte de algunos Notarios Públicos de la localidad gestaron el inicio del proceso judicial que aun no concluye y que le fincó la judicatura federal, en tanto que al Contador Publico Enrique Leonardo Mota Barragán, contra lo esperado al término de su gestión, regresó a sus actividades profesionales privadas y no mas, de ahí que se especule, por los especuladores que hoy por hoy con todo y pandemia abundan, en que tal encargo pudiera quedar en manos, bien de Javier Lechuga o también de Javier Herrera Arroyo profesionales de la contaduría altamente considerados en la actual administración estatal y es precisamente por ello que se afirma, pudieran no tener posibilidades de retornar a Torreón con tal encargo…
Y en tanto y mientras llega el 3 de octubre próximo, en la región siguen con altibajos en los procesos de vacunación masiva contra el Covid, esperándose con expectación la que corresponda la aplicación del antígeno a menores de 18 años, de ahí que el resto de la población deberá seguir al pie de la letra las medidas de pevención vigentes…