De acuerdo con datos de la Fundación contra el Cáncer y la Sociedad Europea de Medicina Oncológica, más de 900 mil personas son diagnosticadas anualmente con Carcinoma Hepato Celular (CHC) en el mundo, posicionándose como el quinto carcinoma más frecuente.[1]
De manera particular, en México se registran 7 mil 536 nuevos casos al año y 7 mil 175 muertes por cáncer de hígado en el mismo periodo, reveló la Globocan.[2]
Las recientes cifras enmarcan la urgencia de sumar esfuerzos para que la población conozca más sobre el cáncer de hígado y la forma de diagnosticarlo de manera oportuna. Algunos de los síntomas que pueden revelar la presencia del hepatocarcinoma son: pérdida de peso inexplicada, fatiga, pérdida de apetito o sensación de plenitud después de una comida pequeña, aumento del tamaño del hígado y/o del bazo, sensación de aparición de masa bajo las costillas del lado derecho. Además, puede manifestarse dolor en el abdomen o cerca del omóplato derecho, hinchazón o acumulación de líquido en el abdomen, tonalidad amarilla en piel y ojos (ictericia) y/o aumento del tamaño de las venas del abdomen, que se vuelven visibles bajo la piel. Ante estos síntomas es prioritario asistir al médico para llevar a cabo los estudios y procedimientos necesarios que descarten o confirmen el cáncer de hígado y, de ser necesario, su posterior tratamiento. Bajo este contexto, la Dra. Isabela Rivas, líder médico para el área de oncología para Roche México, precisa que un diagnóstico oportuno es clave para la supervivencia del paciente. Y es que cerca del 20% de los pacientes con CHC tardan más de 3 meses en ser diagnosticados.[3]
Cabe resaltar que la tasa de supervivencia en una identificación temprana corresponde a cinco años en un 31%, mientras que etapas avanzadas se reduce en un 2%[4].
Aunado a esto, precisó que existen factores de riesgo que deben ser atendidos para evitar la aparición de este padecimiento oncológico, por ejemplo, tratar adecuadamente las hepatitis víricas crónicas, evitar el excesivo consumo de alcohol, tabaquismo, obesidad y/o la presencia de diabetes o la Enfermedad de Hígado Graso No Alcohólico (EHGNA).
“Roche continúa trabajando en el desarrollo de soluciones terapéuticas que permitan a los pacientes con Carcinoma Hepato Celular tener una alternativa tratar su padecimiento, así como mejoras en su calidad de vida”, concluyó la Dra. Rivas.