Aquí Laguna.

¡Ya   lo perdimos! Ahora resulta que nuestro  Presidente López Obrador  le queda tiempo    y la falta territorio donde ejercer  su poder  e invadir,   el del   ámbito mundial, con su propuesta  de intervenir en la guerra que mantiene Ucrania contra Rusia,    con singular oferta de paz, tema en el que  otras  potencias  de   países y  sus gobiernos como terceros involucrado,    han intentado  fallidamente que se les haga algún caso. Sin duda, debemos acudir, de entrada, con tan buen intención  pues retrata, cual anillo al dedo «dixit», a  ningún   profuso  refranero, toda vez que  según se le atribuye  al mismo    diablo   aquello «de buenas intenciones, esta tapizado el infierno». Y así hemos visto trascurrir el feriado que año con año, desde hace ya mas de 200 años conmemoramos los mexicanos; La Independencia de España,  de su Monarquía y en tal lapso de tiempo  hemos dedicado  con dificultoso empeño a construir  una república democrática,  un país de leyes, objetivo en el que  avanzamos un paso y luego, damos dos para atrás y en eso estamos, con  un proyecto de nación, que no incluía, hasta hace poquísimo tiempo, en esta escala histórica, para nada pretensión alguna de  militarización   de los que fueran sus cuerpos de seguridad pública, como es el caso en el que tal tema, pende de un   hilo, solo sujeto  a la votación que se registre en la Cámara de Senadores esta misma semana. Cierto   es  que  los hombres del uniforme verde no andan por las calles   pos decisión  de sus Mandos, están ahí, porque ahí se colocaron, durante el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, que les encomendó, como su Comandante Supremo su inútil y trágica «guerra contra el a narcotráfico»  cuyos saldos  a costa  no solo de  la delincuencia o  organizada bajo tal tema, sino también de cientos de ciudadanos cual daño colateral del feroz enfrentamiento, estrategia que poco o nada modificó el sucesor del panista con todo y  pobre saldo de resultados generados. Tan pobre que  su ahora sucesor, como candidato opositor al régimen   de Peña Nieto atrajo grandes segmentos de la población a su favor, bajo la promesa de  hacer retornar a sus cuarteles a los militares en la calle. Hoy y tras el reconocimiento  tácito  de AMLO de que tal promesa  la fincó en un flaco conocimiento de  la realidad que  enfrentaba en el tema de seguridad, no solo no los retira de las calles, ahora  construye en andamio  sobre el cual permanezcan, por ahora solo hasta el 2028 y ya no solo como  símiles de policías civiles, sino  les ha asignado  por lo menos, 23  funciones que  las leyes y códigos vigentes destinan a los civiles.

Sin duda, el cuerpo  militar mexicano,   conquistó a lo largo del viejo régimen -detentado  por  gobiernos priistas en su mayoría salvo  dos sexenios-, del reconocimiento, aprecio  y el respeto de la población en este país, como   institución de sólida lealtad a  las instituciones civiles. Así como al servicio de la población  durante las afectaciones  que los cíclicos  fenómenos climáticos   y sus saldos de  tragedia  que  desatan,  es mas que cierto,  con todo y que con tan largo historial de servicio, no dejen de registrarse  episodios  preocupantes, como lo fueron  históricamente, no solo la guerra  sucia  de los años 70’s, en  el sur del país, en especial en el Estado de Guerrero, para ilustrarnos un poco de ella, basta  ilustrarnos con algunos pasajes contenidos en «Guerra en el Paraiso», del   notable escritor  Carlos Montemayor.   Y mas reciente,  la matanza de Tlataya, así como el aun no terminado tema  y las repercusiones que genere   el  tema de los 43 desaparecidos en Ayotzinapa, temas pues que así sean solo «lunares» en la imagen de nuestro Ejército, concitan a la reflexión, toda vez que su ya cuatro años consentidos en un atajo jurídico  así convenido no ha generado aun fruto alguno en la  formación de un cuerpo de seguridad civil que garantice a los mexicanos  la indispensable seguridad en sus vidas y patrimonios a lo que esta obligado  el Gobierno en sus tres niveles, esto es la Guardia Civil no  presentó frutos tangibles  suficientes para que se desprendiera del tutelaje militar, mas aun,  su   flaco desempeño  es el argumento justificatorio para  prolongarlo. El tema siguiente, será  el quien y el cómo  la nación  puede garantizar el retorno de los militares a sus funciones clásicas, las que marca con puntualidad nuestra Constitución…

Y en tanto esto sucede, diremos  que por estas tierras laguneras y en especial en el  ayuntamiento de Torreón  puede que para nada ha tenido eco, eso de los llamados presidenciales a eso de la austeridad, y  menos aun, a la pobreza franciscana  con las que se  nos endulza el oído a la ciudadanía  para que no se cuestione y se piense mucho en el costo que registran  nuestros  gobernantes,   de ahí que «el descubrimiento» de que solo la silla donde asienta  sus  posaderas  el alcalde  Román Alberto Cepeda,  en  la  oficina principal del edificio municipal donde despacha como alcalde, registra un costo   de 62 mil 752 pesos  y no es para nada  algún trono  de rey como pusiera  imaginarse, es simplemente uno de los varios  objetos que en conjunto con el resto del mobiliario  y accesorios decorativos destinado a tal lugar, así como  la oficina  que ocupa en el VII piso  del edifico citado,  el edil y  la Secretaría del Ayuntamiento   y que en conjunto   suman un millón 800 mil pesos prolijamente desglosado, según facturas exhibidas  para el conocimiento publico en un Medio regional esta semana. Tal suma puede ser poca o mucha según sean las consideraciones  de quien las haga, pero las cifras a muchos  les hacen levantar  mínimo una ceja, si es que no añaden frase alguna de  molestia o bien exigen que se aclare  tal gasto, como es el caso del líder de los comerciantes organizados  bajo el argumento  adicional que tales  gastos «inversiones», según se quiera ver, debieron hacerse con proveedores locales, y no regios, como  fue el caso.

Lo  interesantes es que la fuga del contrato  de  adquisición de  los considerados lujosos bienes muebles, no parece ser el único que se registra en las áreas de  confidencialidad y secrecía  que generalmente ameritan tales documentos, toda vez que el diablo, está en tales detalles,  pues hace algunas semanas circuló, pues fue  públicamente distribuído,  la copia  de una hoja  de excel   conteniendo   un  listado    sobre  montos y nombres  de los representantes legales o razones sociales  de Medios escritos electrónicos y televisivos  de  los convenios que  mantuvo la pasada administración  y que se  distribuyó   en   el interior de  la misma Sala de  Cabildos, estableciéndose que tal listado  podría ser el mismo que hoy esta vigente, con alguna modificación en  algunos  nombres y montos consignados    y que hay que decirlo generó nerviosismo entre los involucrados…

Y vaya que esta llamando mas que la atención a propios y extraños  la profusión con la que parece gastar en la promoción de sus  ilusiones el torreonense  Luis Fernando Salazar Fernández, que bajo   el logotipo de su creación, la presunta organización política denominada «La Fuerza Social» equipara por sus iniciales con la de su nombre, de auto designado como vocero de la misma para justificar  sus apariciones, contratadas en  Youtube, cual  comercial, al igual que en Medios escritos, si bien ya bajó de las alturas  la serie de espectaculares con su imagen  a lo largo  Bulevares y  calzadas en Torreón, amen del vídeo   en el cual,  émulo de Don Miguel Hidalgo y Costilla, se lanza eufórico a dar  de gritos, que no  el Grito  ante  sus seguidores   concentrados en salón rentado exprofeso…

Y  este mismo  domingo  que nos deja, el Gobernador Miguel Angel Riquelme Solis   alcanzó   en su vida, un venturoso    cumpleaños,  rodeado de su familia, felicidades.

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Author: Olga Quirarte Ramírez