¡Sin ruido y sin furia! Al menos de manera pública transcurren ya los mas de 20 días que registra Coahuila las campañas electorales en pos de la sucesión del gobierno del Estado, pero aun más, lo que corresponde a la elección de sus diputados, que no es menor, y cuya votación es simultánea a la que corresponde al Poder Ejecutivo. Por ahora, el clima que prevalece tiene registros solo en el ámbito que generan y luego dejan los famosos debates, así sean estos convocados de manera oficial y otros más, que según expertos, califican como meros ejercicios de relaciones publicas de grupos y organizaciones más que conocidas en estos malabares que escenifican cada sexenio en busca del acomodo que casta y clase intuya que merecen en la abigarrada escalera social que genera acceso o pertenencia a la cúpula del poder en turno que es similar a las que desarrollan todo individuo que pertenezca la clase política más allá del color partidista que en estos días se vista y los espectadores, qué diremos, pues que vemos cada desfiguro que se registra en ambas pistas.
Y si bien no hay ruido, ni furia, más allá que los débiles gruñidos de un tigre desdentado en busca de atención que los Medios en Coahuila le niegan si bien replican, a más de mil kilómetros de distancia algunos Medios de la capital del país, que de poco o nada le han de estar sirviendo al favorecido, pues ya se sabe, el poder, el que ésta en disputa, es estrictamente local. Y este escenario diremos que si así andan los quienes buscan el Poder Ejecutivo, a quien diremos se les ve realizar una campaña sin orden ni concierto, en especial la que llevan a cabo un Armando Guadiana Tijerina, cuya agenda de campaña no la han de conocer ni en su casa, menos puede decirse del aspirante amparado bajo la banderas del PT, al que se añade, solo episódicas presencias, al menos en estas tierras laguneras, a quien postula la UDC y el PVEM, de ahí que resulta dominante la presencia y acción del candidato de la Alianza por la Seguridad Ciudadana, si bien tales acciones son cargadas a la cuenta, al menos visiblemente a quien resulta ser el partido hegemónico en esta triple alianza, es decir, del PRI, pues poco o nada, si bien esto pudiera ser, pensando muy bien la estrategia diseñada exprofeso, es decir la del silencio, pues a cuenta gotas, con tirabuzón pueden conocer de manera anticipada alguna acción partidista, si bien sus equipos de comunicadores realizan la talacha de enviar, aunque sea lo que aporta el boletín de actividades correspondientes.
Y si esto ese percibe en la campaña para el cargo principal en disputa, pero aún se registra en el ámbito de las campañas por diputados locales, que vaya pues de estas nada o muy poco se conoce o bien, se difunde por parte de sus comités de campaña o bien las dirigencias de los organismos partidistas que los postulan, no así las versiones que indican de la subrepticia presencia de coordinadores, asesores, embajadores y hasta oficiosos gestores no de los partidos en pugna, sino de sus abanderados tratado de influir ente alguno que otro «gran elector» al que aún consideren indeciso en su inclinación partidista.
Y en agresivo futurismo, se asoma, si es que no se caen, las ambiciones de Luis Fernando Salazar Fernández, en pos de alcanzar la próxima gestión trianual como alcalde de Torreón. Véalo, si es que tiene interés y tiempo, como exhibe sus intenciones a través de YouTube y donde coloca cual costal de boxeador a la actual administración de Torreón a cargo del Licenciado Román Alberto Cepeda González, quien definitivamente «no vende piñas» y ya estaremos viendo las respuestas que corresponden. Por ahora, el fallido aspirante al cargo del alcalde del municipio de Torreón solo cuenta, como aliado, los buenos oficios y bailes que en su honor logre realizar su amigo y hasta socio dicen, compañero de ilusiones, Antonio Atollini Murra, colado quien sabe porque artes, como el primer en el listado plurinominal propuesto por MORENA, toda vez que los morenistas no quieren que ni se los mencionen a ambos.
Y de la pobre difusión que alcanzan al menos en los Distritos locales que corresponden a Torreón, solo cual chispazos, sus nombres, sus rostros quedan a en alguna mente en divagación, los nombres de los ex panistas José Ignacio Corona quien fue a terminar con sus huesos políticos claro, bajo las banderas de la UDC-PVEM, en tanto que Jesús García Colores, quien fuera uno de los mas tenaces paladines de la ultraderecha en la Laguna, acaba cubriendo sus ilusiones políticas bajo el Movimiento Ciudadano y ahí tiene usted, a un Alfonso López Blanco heredero de las glorias de los sindicatos ídem en la comarca, junto con Miroslava Sánchez, esta última tránsfuga de MORENA, ahora bajo las banderas del Partido del Trabajo. En fin ya veremos que se cuela de este cascajo…
Y en verdad, en estos tiempos que corren, tiempos de crisis política como los califica Hugo Andrés Araujo, que mucho sabe de ellos, de cara a su larga presencia en el escenario nacional y en especial, de recordar los que corresponden a su paso por esta comarca lagunera, y quien se hizo presente, en el aniversario número 47 de la creación del Ejido Batopilas sede donde el pasado sábado recibió merecido homenaje y reconocimiento por parte de sus habitantes, que de origen, integrado por solo no mas de 60 familias de peones agrícolas se trasmutaron en ejidatarios, en el último de los ejidos creados tras el reparto del 36, diverso, no solo por tiempo, sino por la lucha gestada y realizada no solo por tales actores, sino por el acompañamiento de algunos intelectuales, sino por grupos de jóvenes universitarios, lo que hizo de esta acción «más que peligrosa» en tales momentos de la Laguna, que registraba ya los límites territoriales del modelo ejidal, creado por el General Cárdenas ante el crecimiento de la población rural, sin tierras. Hoy a casi 50 años de lo que entonces se considero una gesta. Diremos que de los 60 campesinos dotados de tierras por el gobierno de Oscar Flores Tapia tras movilizaciones y acciones jurídicas, así como persecuciones y cárcel a algunos de quienes osaron dirigirlos y que hicieron poner «el grito en el cielo» a los más radicales organismos y propietarios rurales en esta región, que vieron en ello amenaza para sus intereses que hoy vueltos cincuenta años, no solo sobreviven, sino que continúan aquí, más fuertes como dueños casi absolutos no solo de las tierras, sino de las escasas aguas pues tal ejido, sobre la misma dotación original, mas de 9,000 almas que dos generaciones después de tal lucha creo, que ya ni tan solo la entienden y registran sobre sus vidas y destinos, caminos que nada o poco tienen que ver con la lucha que diera origen a Batopilas, en escenario idealizado de la lucha campesina, por alguno de los regímenes en turno, y del cual queda ya, muy poco. Con todo y ello queda el registro, la historia de tal tiempo y de quienes con sus luchas por ideales o proyectos de una política social para el agro, aportaron su esfuerzo, su dedicación, sus talentos en pos de tal objetivo. Entre estos, sin duda Hugo Andrés Araujo de la Torre, de quien hay que destacar las palabras con las que recibió tal reconocimiento y que deben calar hondo en estos tiempos de canallas, narrando que hay quienes le dicen por ahora, si él no está presto «pá saltar a MORENA» y a las que responde entre otras, que ’’no, no pues batalle para que me recibieran en el PRI, por andar en las luchas campesinas, en las luchas autónomas, y en esta etapa de la vida, hay que mantener de forma importante la verticalidad de Principios y de compromiso y además, yo tengo dos agravantes; soy príista, soy cenecista y soy salinista ¿entonces? ní pá donde hacerme, ni a quien negar». Así es Hugo, el tamaulipeco que entregó parte de los mejores tiempos de su vida a un puñado de laguneros, acompañados por una generación de universitarios, la última que se recuerda que en la década de los años 70’S lucharon por la tierra…
El acto fue arropado, convocado y compartido por la dirigencia estatal de la CNC con su titular Natividad Navarro al frente y las dirigencias locales, así como por el Ingeniero Rodrigo Fuentes Avila, fiel a su origen.