¡En marcha los corcholatas tours! Cada cual en versión de su conductor, es decir, alguno de los que MORENA aceptó registrar como prospectos a alzarse con el eufemístico cargo de «Coordinador de la Defensa de la 4a Transformación», o lo que éstas signifiquen y que empieza oficialmente, pues de manera extraoficial está desde «enantes», para concluir el día 29 de agosto, y que incluyen a Claudia Sheimbaum, la hierática mujer a quien señalan como la favorita del gran dedo, no por su independencia de carácter y pensamiento sino por todo lo contrario, según lo ha demostrado a lo largo de su desempeño en el cargo público que ha venido desempeñando en la capital del país, incluso su personalidad hace recordar por lo simpática que resulta, a otra candidata presidencial fallida, la panista Josefina Vásquez Mota.
Y Marcelo A Ebrard, el prospecto que parece contar con un mayor margen de distancia con el actual caudillo, pero que parece de poco le ha servido para calificar de bueno su desempeño como Secretario de Relaciones Exteriores, según nos arroja la realidad, no se diga de un Ricardo Monreal y su serpenteante ruta para no perder definitivamente rumbo fuera del grupo en el poder y ya con promesa en mano de tener en su mano gobernar la capital del país. Sigue por ahí, muy agusto, Adán Augusto López Hernández, el más «empático» de la cuarteta original, ni suda ni se acongoja pues quizás conozca que su destino al término de la gira y la correspondiente encuesta, solo le alcance para recibir un «gracias por participar’», igual caso enfrentan las corcholatas «arrimadas» al team original, es decir, Gerardo Noroña y Manuel Velasco, cobijado uno con la bandera del PT y el otro, con la del PVEM, y su chapucera huella que ambas organizaciones partidistas dejaron en el ánimo ciudadano durante su pasada contienda electoral de Coahuila. Al grupo anterior agregue el destino que fijen los tribunales electorales a lo que dice recurrirá Yeidckol Polenvsky, para que se le reconozca el derecho político que de facto, se le está negando, es decir, de ser incluida como auto destapada aspirante a corcholata y participar en este show. Eso sí, quién sabe como termine.
Si bien algunos opinólogos ya vaticinan un final que pudiera ser una versión similar, muy Siglo XXI, del Rosario de Amozoc –recuérdese los episodios protagonizados entre Ricardo Mejía Berdeja versus Armando Guadiana Tijerina-, dada la beligerancia que ya se advierte en más de uno de los participantes, pues ya saben que se juegan el boleto para la rifa de la Presidencia de la República en el próximo sexenio, con todo y que el gran conductor, o prestidigitador, sea el mismísimo Andrés Manuel López Obrador, que trata de innovar e imponer bajo peculiar estilo personal de gobernar, el sistema de sucesión que México patentó a lo largo del pasado siglo, meta que obvio deberá pasar la prueba de ácido correspondiente, por más y que a los participantes que resulten perdedores, que no alcancen la meta ya se les tenga mas que prometido un futuro, una función o cargo cual premio de consolación, si muestran la debida disciplina y obediencia a su patrón, y también y por qué no, la gestación en el ánimo presidencial de alguna sorpresa de último minuto, similar a la rifa del avión presidencial, que no se rifó y finalmente se remató y los vericuetos y trampas que generó.
En fin la política como espectáculo, como distractor supremo que evita evaluar con serenidad, objetividad, los resultados tangibles, medibles que arroja y debe arrojar ya a cuatro años la transformación prometida y que en algunos temas, por no decir que la mayoría hace destacables por su involución, en especial el que corresponde a la seguridad pública sobre el territorio nacional, si bien Coahuila resulta ser una ínsula protegida del flagelo de la violencia que padece la mayoría de la población mexicana, ahí está también la prestación de los servicios de salud, de educación, de falta de acompañamiento a las actividades primarias, el desmantelamiento de la estructura institucional, en especial de sus organismos autónomos etc., etc., poco pues con qué documentar optimismo alguno, pues el «yo tengo otros datos» y las herencias del pasado ya resultan más que insuficientes para justificar la incompetencia en el difícil, complejo, arte de gobernar. En fin, Cosas Veredes, Sancho.
Por acá en estas tierras, los militantes del Partido Revolucionario Institucional, esperan con interés que les hagan llegar las invitaciones correspondientes al festín de la victoria alcanzada en las urnas el pasado día 4 del presente, en el marco de la anunciada «Gira del Agradecimiento» que estará encabezando en Torreón, por su ganador, el hoy Gobernador Electo Ingeniero Manolo Jiménez Salinas, en algún jueves de ésta o la próxima semana, lapso en el que también se espera de su presentación ante el SubComité Regional, instrumento de gobierno que surgido bajo la impronta que impuso la pandemia de Covid 19, y que patentó su eficacia como órgano de análisis y decisiones que incluyen la participación de la mayoría de los actores políticos y sociales en cada una de las regiones de Coahuila y que preside al Gobernador Miguel Angel Riquelme Solis, y ya iremos viendo si nuestro próximo gobernante adopta, modifica, o fortalece tal estrategia, según convenga o coincida con su estilo personal de gobernar, que por cierto y según promesa de campaña, incluye la ciudadanización de su próxima gestión.
Y a quien ya lo ubican como uno de los prospectos más firmes para alzarse con la candidatura, primero, a Senador de la República en el 2024 y de ahí, cual plataforma hacia otros niveles de la dirigencia política, eficaz priista de la que mucho está necesitada la oposición, en escenario nacional es al Gobernador Miguel Angel Riquelme Solís, con credencial en mano, de ser por ahora, considerado como el mejor Gobernador calificado en las 32 entidades del país, y que además, cumplió a cabalidad -con casi medio millón de votos a favor como diferencia-, uno de los retos más difíciles de alcanzar como gobernante, es decir, dejar sucesión en el cargo por concluir el próximo mes de noviembre, a uno de los suyos, en estos convulsos y competidos tiempos.
En este marco, como no sacar al aparador, la decisión del hoy ex gobernador del Estado de Hidalgo quien tras 40 años de militancia en el Partido Revolucionario Institucional, hizo pública renuncia a sus filas, por diferencias insuperables, afirmó, con la actual dirigencia nacional de tal organismo partidista, tras haber perdido la elección de sucesor en su entidad. Trasciendedio que este cascajo político irá con sus bártulos a aumentar la basura que acumula otro partido. Usted, ya sabe cual…
Y lo que no se conoce aún, es la identidad de quien cumpla el período para el cual fue designado Hugo Morales como titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, que deja inconcluso el cargo a un cuarto para las doce, o bien solo se nombrará algún encargado del despacho.