Aquí Laguna.

¡Plácido otoño!  El que transcurre  en Coahuila, por estos días, en donde parece lejano -solo parece-, los días de  ruido y furia que  se desaten  en  el tradicional calendario que marcan los renuevos electorales  fijados por nuestras leyes, en el  fatal recambio de poderes sean estos del ámbito federal y solo  de tres años  en el estatal  y  a  un nivel muy local, con todo y que ya estén en marcha en el calendario oficial   el inicio de ellos primeros a partir de este mismo mes de septiembre -casi 20 mil cargos públicos entre ellos de algunos  gobernadores, Senadores y 500 diputados-, con todo y ello, Coahuila puede contar que ya, alcanzó las Fiestas Patrias y  su celebración  sin mayores sobresaltos que los que impone la paz y la alegría de quienes habitamos este territorio. Claro que tal paz no es  manifestación alguna de   potestad divina, sino que Coahuila arriba ya a las postrimerías de un sexenio de gobierno encabezado por  el lagunero  Miguel Angel Riquelme  Solis, como hace ya muchos ayeres no se veía,  y como lo fuera, hay que recordarlo, los días postreros del sexenio estatal anterior, con la elección  estatal bajo incertidumbre jurídica y política, en manos de un Tribunal, y  los  contrincantes  electorales del hoy gobernante de la mano y en las calles.

Hoy  Riquelme Solis  se aproxima al término de su mandato bajo inmejorables condiciones, contando con el respaldo popular, amén de los que conceden evaluaciones   por rankings  y profesionales  del ramo   y con ello también anticipa las que  corresponderán al inicio de gestión de su sucesor, el jovenazo Manolo Jiménez Salinas, en el ámbito económico, con  todo y el  acoso presupuestal federal  vigente   y el peso que  significa para las finanzas estatales el pago de  la deuda pública a largo plazo, no puede soslayar y solo confiar en las capacidades y talentos del grupo de coahuilenses a quienes corresponda tal tema en la próxima administración  su seguimiento correcto, que impone obvio, el pago puntual de   montos a capital y pago ineludible de intereses de la deuda  que será histórica en este Estado, tema que  excluyó ipso facto a los gobiernos que los generaron, el salir de cualquier olimpo histórico por utópico que este sea, de  por vida y su satanización correspondiente  a menos  de que  el olvido llegue al término del cumplimiento de  tan prolongado  compromiso. De ahí que será importante conocer quién o quiénes estarán a cargo de los recursos  que Coahuila pueda generar como «propios» es decir de  una recaudación responsable y manejo honesto de los impuestos estatales, tema que permitió al ingeniero Riquelme Solis  atravesar tal desierto con  los resultados -así se considere de poca la obra pública alcanzada-, que se advierten y en el que  destaca el poder haber cumplido en tiempo y forma el pago de la deuda a corto plazo, creando las condiciones indispensables para que su sucesor pueda contratar, de ser necesario  y sin mayores obstáculos, de parte de los voraces banqueros –créditos emergentes, de corto plazo  que los habrá de encontrar para enfrentar compromisos-, no solo el  poder se hereda, también se incluye a  las deudas  que corresponderán a los explosivos temas  de aguinaldos,   y sobre todo «liquidaciones»  que política y juridicamente serán ineludibles también, en tanto que quizás haya «sacrificio» de parte de los pacientes  o impacientes proveedores -según sea el caso-,  que quedarán  en condición de pendientes.

En este tema, como en muchos más, ya tendremos tiempo que observar    la definición que surja de parte del esperado gobernante, como su «estilo personal de gobernar» con todo y lo terso -por hermética-,  que  ha parecido hasta hoy dia,  la sucesión correspondiente…

Más complicado   que el tema  del anterior de los dineros, resultará sin duda, la composición  y acomodo pues, de personajes, surgidos del propio equipo que acompaña al  próximo gobernante de su más estrecho círculo de amigos y colaboradores -que los tiene-, y los que deriven y surjan de los grupos de interés, y  sobre todo, de los grupos de  presión que también actuaron como agentes a su favor y que demandan puestos o prebendas,  más los que  broten  de la participación de la denominada «sociedad civil» que también se sumó al proyecto  amén de los  comprometidos  obviamente en   la construcción, amén de la alianza partidista  que se conjuntó para su triunfo, días complicados pues los que vive,  el Gobernador electo, y comprensible la incertidumbre que parece  estacionarse sobre las vidas  de muchísimos integrantes del equipo  de gobierno  aún vigentes, pues cual signo de interrogación    husmeando el futuro viven  días de angustia para  conocer adivinar, si tienen supervivencia o pasan a la historia y al desamparo…

Y en este marco, diremos que este mismo lunes Torreón  registrará en un acto inauguratorio, lo que quizás resulte ser «la despedida» del Ingeniero Riquelme  Solis  como Gobernador de Coahuila, al poner en marcha una ambiciosa  obra pública, de conectividad urbana -de esas que  mucha falta le hacen ya  a la ciudad-,  del denominado Sistema Vial Cuatro Caminos, que con una inversión estimada en 500 millones de pesos, de ingresos  estatales  resultara ser el colofón del proyecto  trazado por el gobernante lagunero a lo largo de los últimos diez años, primero  como alcalde y luego como Gobernador del Estado, en medio de las  vicisitudes  que impone el tiempo que le  ha correspondido  tener  tales destinos en su mano. Señalada fecha pues, que  coincide con un aniversario más de su natalicio, de ahí que se espera que el evento de este mismo lunes resulte más que lucidor y que  la despedida pública le deje buen sabor de boca, más allá de lo nostálgico que pudiera resultar. Queda pendiente la conclusión y operación del hoy llamado Bus Laguna, otrora  «Metrobús» que como ya lo anunció el pasado lunes esta correrá a cargo de Manolo Jiménez Salinas, y cierto es que «nadie está obligado a lo imposible» como le resultó finalmente  al  aun gobernante finiquitar  al Fideicomiso que   tiene como eje el famoso «modelo de negocio» bajo el que habrá de operar el sistema de transporte colectivo rápido citado, que contó con el obstáculo  mismo de AMLO, al eliminar la mitad del tramo  original a recorrer y que incluía territorios de la laguna duranguense. Si otro fuera Riquelme -y Gracias a Dios no lo es así-,  también   pudiera hacer la «mexicanada», de esas a que nos tiene acostumbrados AMLO  de inaugurar pomposamente sus faraónicas obras en el  sureste del país, como es el caso del inconcluso  Tren Maya, el Ferrocarril Transpeninsular, o en el vecino Estado de Nuevo León, la  Presa del Cuchillo -cuya simulación testificó su gobernadorcete-, el AIFA,  más las que sigan, es decir obras y proyectos a medias, solo para satisfacer  vanidades o engañar bobos, pero ahí lo tiene, el  Gobernador de Coahuila  paga, estoico  su  costo político correspondiente…

Y diremos también que el alcalde Román Alberto Cepeda sumó la noche del pasado 15 de septiembre  la celebración de las Fiestas Patrias en medio de un ambiente festivo, una vez que miles de torreonenses, de laguneros,  se concentraron por miles sobre la  plancha de la Plaza Mayor  y disfrutaron de la actuación,  del Grupo musical Los Tigres del Norte, tras la ceremonia ritual del Grito  al igual que en el resto de las cabeceras de los municipios que integran la región, sin el registro de   incidentes  mayores. También reseñable el reconocimiento que el ayuntamiento otorga  a un grupo de  laguneros que se han hecho merecedores al mismo a través de sus talentos y trabajos  a favor de esta comunidad.

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Author: Olga Quirarte Ramírez