¡87 años! Resultaron más que suficientes, para que el capital que generó entre los laguneros el Reparto Agrario, esté llegando casi a su virtual extinción, en los ánimos sociales, políticos y económicos que generó su inicio allá por el año 1936, cuando el General Lázaro Cárdenas, hizo válidas las promesas pendientes de cumplimiento, a su base social integrada por quienes soportaron y pagaron el mayor precio del movimiento social conocido como Revolución Mexicana, allá por el 1910, y cuyos ganadores se alzaron con el triunfo y con ello el monopolio de su narrativa, de su ideología pues y con ello gestaron la cultura del poder que de manera casi hegemónica dominó, por lo menos 70 años continuos del pasado Siglo XX «capital» que hoy vemos, reciclado, cuando no calcado, adoptado por «la nueva clase política», que se arropa bajo las siglas de MORENA, de ahí que hablando de «aniversarios», resulta que el otrora 6 de octubre de 1936 fecha en la que el Presidente Cárdenas firmara el Decreto que rompió la estructura de la tierra como propiedad privada que acaparaba toda la de la tierra susceptible de cultivos en esta comarca, dando paso con ello al sistema ejidal -400 ejidos-, que hizo posible el acceso al campesinado, a solo el uso, que no la propiedad de las tierras repartidas de los campesinos, bajo el sistema ejidal y que eran en tales tiempos en su mayoría jornaleros procedentes de los Estados vecinos, se afincaran en estas tierras, dando con ello el inicio a la zona lagunera como hoy la conocemos, dejando a los entonces poderosos terratenientes, la propiedad de por lo menos, el casco de sus haciendas y más de 300 hectáreas, como propiedad privada.
Fincada pues la base de lo que fuera «el reino del algodón» como cultivo dominante, todo pareció ir bien hasta que la población rural no pudo ser sostenida con el ingreso generado en solo una de las cuatro hectáreas recibidas por cada campesino dotado de tierra, de las cuales solo una, tenía derecho a agua cuatro en los años subsiguientes, tal situación generó la expulsión del campesinado excedente a otras regiones -el vecino país-, y el éxodo a las periferias de los centros urbanos en busca de empleo, o de mejores condiciones de vida y así hasta los años 90’S, cuando el Presidente Salinas decidió dar fin al ejido como sistema ya no de cultivo, sino de control político y social, vía el crédito oficial y realizó la contrareforma del Articulo 27 Constitucional que posibilitó en menos de un lustro, la concentración de tierras cultivables de la región, más sus derechos de agua en menos de 30 familias, que hoy tienen en el cultivo de forrajes y la crianza y explotación de ganado vacuno importantísima fuente de riqueza, en tanto que las las tierras no cultivables y aledañas a los centros urbanos, fueron objeto también de concentración en unas cuantas manos de promotores inmobiliarios, constructores, etc., etc., y los pocos campesinos se quedaron en el campo, desaparecid, extinta ya casi la generación de los famosos «primordiales» como se conocía a los ejidatarios dotados por Cárdenas, y algunos de sus sucesores que anidan en el corazón, el recuerdo y con el, su agradecimiento por la acción presidencial del General, son los que acuden al famoso monumento erigido a su memoria, ubicado en la intersección de la autopista Torreón-San Pedro a la altura del ejido 20 de Noviembre, del municipio a la cada vez más desvanecida ceremonia que se lleva a cabo en tal sitio en Memoria del Decreto del 6 de Octubre y su creador, cada vez ante decreciente número de asistentes, no digamos personaje alguno. En esta ocasión, presidió tal homenaje, el líder estatal de la CNC, Natividad Navarro y nadie de rango significativo en el terreno político, de nivel estatal o bien de federal mucho menos.
Ahora en el resto del presente mes de octubre, ya estaremos oyendo de comilonas y borracheras, de comidas celebrados en algunos de los ejidos laguneros que con ello celebran la fecha en las que les llegara la dotación agraria correspondiente y que sería muy bueno conocer cuántas de las tierras dotadas bajo sistema ejidal, forman ya parte de los patrimonios privados de los neolatifundistas.
Por cierto, dicen que se le vio en tal encuentro al nuevo líder estatal del Partido Revolucionario Institucional en Coahuila, el sonorense Carlos Robles Lostanau, que posteriormente se descolgó hasta Torreón donde primero, tuvo un encuentro privado con el alcalde Román Alberto Cepeda y enseguida ambos, hicieron lo propio con algunos miembros del Comité Municipal del PRI en Torreón, encabezados por su dirigente Verónica Martínez, encuentros que al parecer tuvieron el sello de «privados», perdiendo con ello la oportunidad de la nueva dirigencia estatal de hacerse conocer, de ser visible para el resto de la militancia partidista, toda vez que más pronto que tarde, apenas unas semanas más, deberán estar convocando a trabajar para la próxima elección, cuyo proceso electoral inicia el próximo mes de marzo, así sea para reelegir a algunos de los que hoy ostentan algún cargo de representación popular y sobre todo, refrendar los votos alcanzados por el PRI y sus aliados el pasado mes de junio.
Y en este marco, la nota de la semana en el terreno político del país, resultó ser la tardada expulsión de alrededor de 12 capitostes o ex jerarcas del otrora hegemónico partido tricolor, al aplicarles, la expulsión de sus filas por traición a un Miguel Angel Osorio Chong, así como a Claudia Ruiz Massieu, ambos personeros o representantes de los grupos identificados, el uno con el ex Presidente Peña Nieto y la otra, con el ex presidente Salinas de Gortari, o bien, a un Omar Fayad, perseguido por una fea sospecha de haber sido más que un judas en el proceso electoral sucesorio, a un Jorge Carlos Ramírez Marín, a quien le pesó más la ambición que su identidad partidista, etc., etc., y con todo y que se diga que tal proceso no se ciñó a rigor estatuario alguno, los involucrados, algunos dicen que ya no pertenecían a tal instituto, pero el hecho es que e Alejandro Moreno, concentra hoy así, todo el poder que le resta a un logotipo como el del PRI, que con todo y sus avatares tiene aún una presencia nacional, y puede incidir en la designación de candidatos a más de 19,000 cargos públicos, en la lid del año entrante, capital nada desdeñable , ya que tendrá las condiciones necesarias y legales para negociar espacios a sus leales y cuates que lo acompañen y del cual obvio ya quedaron fuera sus detractores, es decir, los expulsados, que andan pateando un bote, en busca de patrocinio partidista. A ver quien los recoge, luego de tan grandes muestras de solidez y lealtad partidista…
Y vaya que Coahuila al ser una insulta de seguridad, no deja de registrar el obvio acoso que se advierte en las oleadas de migrantes pasando por su territorio rumbo a la frontera norte, en especial la de Piedras Negras, cuyos puentes al vecino país del norte, reportan pérdidas multimillonarias, sino también el acoso de la malandreada que incontenible se le desborda al vecino estado de Nuevo León y desde luego, el de Zacatecas, ya que sus dizque gobernadores se muestran más que incapaces para mantener a raya a la delincuencia y con ello contener bajo control el tema toral para la población como lo es el resguardo de vidas y patrimonios de sus gobernados, y resulta que ahora por el municipios de Arteaga, es decir, la zona sureste de Coahuila se aparecieron los delincuentes que fueron recibidos y atendidos por las fuerzas del orden, les generó un trágico saldo, en tal sitio de manera más que inesperada, lo que da razón a la autoridad de no descuidar la seguridad y más aún en los tiempos de transición sexenal que se viven en este Estado…
Y vaya que es tenaz el Rector de la Universidad Autónoma de Coahuila, ingeniero Salvador Hernández Velez, en eso de promover y acercar a los coahuilenses la artesanal y la gastronomía de su pueblo natal, con tal objetivo la cita es el próximo sábado en Viesca Coahuila, tal afán solo es igual al que por los rumbos del Cañón de Jimulco ha venido realizando otro lagunero, el Ingeniero Rodrigo Fuentes Avila, diputado federal incansable promotor de tal territorio que forma de manera mayoritaria el territorio del municipio Torreón, aledaño a la rivera del Río Aguanaval.