¡La venganza, es un plato que se come frío! Vaya viejo y sabio dicho, y al parecer, mas que válido una vez que empieza a trascender que cual versión local, de némesis diosa griega de la venganza, el ya ex titular de la Subsecretaría de Egresos, el Contador Javier Herrera, está más que muino a causa de no tener todas consigo para alcanzar la postulación de su partido, a la alcaldía de Torreón, con todo y que puso el mejor de sus empeños en extender la indispensable base social, es decir, el consenso del presunto voto popular, plataforma en la cual fincar de manera más que formal para tal pretensión, una vez que se propuso alcanzar tal meta en tiempo récord, siendo este el factor que al parecer le ha impedido alcanzarlo, al menos en esta ocasión, pero con todo y ello, cierto que le generó más que calambres al hoy alcalde Román Alberto Cepeda González, a quien se asegura, ya cuenta con el visto bueno de quien manda en Coahuila, para buscar su reelección en el cargo y una vez que logró fortalecer en estos dos primeros años de gestión, su estrecha relación no solo con los poderes fácticos locales, que no están solo en el ámbito económico, sino también se expresan en el social y otros más selectos, como es el caso de la evanescente High Soctiety, ansiosa como se encuentra, luego de la pandemia y sus impactos, de volver a relucir, de brillar en medio de nuestra sociedad lagunera, tan, pero tan aspiracionista, grupos, con todo y lo que numéricamente son, generan nada desconsiderable influencia y que hace pocos años, se decantaban políticamente, por militar, financiar o simpatizar con los prohombres blanquiazules, hoy, devenidos, muchos de ellos, en solo meras sombras de lo que fueron tiempo atrás. A estos grupos ante el camino que se procesa por MORENA en este país, no les queda, por ahora, de otra sopa…
De ahí que ya se anticipa como foŕmula de solución entre el artificiosa competencia por la presidencia de Torreón en el próximo trienio, que no deben de tardar mucho ya, de sentarse un una misma mesa -mismo en dialogar o negociar-, que en política es finalmente casi lo mismo, el retador Javier Herrera y el hoy alcalde de Torreón y deberán encontrar arreglo, es decir, este ultimo deberá de hacer concesiones, otorgamiento de espacios en su administración bien en la integración de la propuesta que formule como su nuevo cabildo y entregar espacios y funciones a quienes siguieron y están siguiendo a Herrera en este tránsito y entre los que figuran algunos de sus actuales regidores y además, una que otra funcionaria estatal, según se muestra y evidencia en la profusión de imágenes que circulan en su nada discreto manejo de sus redes sociales, asegurando algunos que tal participación, no se realiza, sin contar con una red protectora, que los cubra de lesiones o raspones y hasta de una potencial muerte política de no contar con ella.
Ya veremos y diremos si el implosivo carácter de Cepeda González, alcanza la mesura necesaria para transitar las nuevas condiciones en la que pudiera arribar a su segundo mandato al hilo como responsable político y administrativo del municipio de Torreón, el mas importante de la zona lagunera, toda vez que el equilibrio indispensable que debe registrar la comarca, será factor mas que importante en el escenario que plantea a toda la clase política la próxima contienda electoral federal y estatal que incluye la renovación de sus 38 alcaldías…
Y en tanto, entre los de «enfrente», puede decirse que «ya eran muchos y parió la abuela», al surgir a diario morenistas «arrimados» o camuflajeados como tales, que levantan la mano para que los incluyan en las «encuestas» para alcanzar la postulación para disputar por la presidencia municipal, aspiración para la cual ya suspiraban algunos, como es el caso de Shamir Ferrnández, desde antes de que consumara la traición a su militancia tricolor seducido por el engañoso canto de sirenas que quería oír, y Miguel Batarse, empresario zapatero, ex panista metamorfoseado como «líder obrero» de nuevo cuño en la CATEM, y lo que esto signifique. Faltando por confirmar si se unirá o no a este grupo, el ex alcalde -el oscuro, por el color claro, ex policía político, eso nunca dejará de serlo-, Jorge Luis Morán, Cintia Cuevas, y más abajo de tal grupo también se puede añadir a un Carlos Parga, Cirilo Rojas entre otros, toda vez que la esperanza muere al último.
Estamos pues a solo unos días de conocer los desenlaces no solo en lo que toca a la alcaldía de Torreón, sino de paso a los competidores por los Distrito V y VI, que corresponderá, según acuerdo de la alianza partidista, una al PRI y la otra, a los panistas que suspiran por tal encargo, Guillermo Anaya y Jorge Zermeño Infante, que con todo y la virtual extinción de la militancia blanquiazul en Torreón, y que fuera bastión de este partido en Coahuila, nomás no entienden, que no entienden y que ya deben hacerse a un lado y dar paso a nuevas caras, que reconstruyan lo desecho a lo largo de los últimos 30 años.
En este panorama se avizoran pocos nombres de mujeres, si bien con la que hay en el escenario partidista y lo escaso de los cargos de elección federal en juego, quizás compiten con las clásicas repetidoras, por lo que a la dirigencia de los organismos políticos vigentes, se les debe de prender el foco, y promover a sus cuadros femeninos, que vaya que los tienen, y con talentos suficientes para incursionar en tales experiencias, so pena de seguir repitiendo ad infinitum, con las que ya están a la vista y subidas a los presidiums, hay que recordar que es el tiempo de las mujeres y no se vale improvisaciones, como no lo resultó para nada, la inclusión de la Licenciada Natalia Fernández, como Secretaria del Ayuntamiento de Torreón, según resultados a la vista, si bien su inclusión en tal cargo, genera todavía sofocos entre algunos supermachos -que los hay-, poco pueden señalarle y con ello se procesa la indispensable experiencia que requiere no solo habilidad política, sino también conocimientos jurídicos suficientes, con suficiente también, sentido común para aplicarlos para alcanzar un óptimo desempeño en tal cargo. El resto, solo son complejos y envidias muy mal disimuladas.
Y en el resto de los municipios laguneros, las interrogantes se centran en quienes serán los alcaldes que puedan pasar el filtro y logren ser propuestos para su reelección, contándose entre estos, por ahora, al del vecino Matamoros, Miguel Ramírez López quien el pasado sábado ofreció concurrida posada, no solo para festejar la inminente Navidad, sino para congraciarse con sus electores, en tanto que ya se dice que en San Pedro, el aún diputado Jorge Abdala, se perfila como el gran elector en este municipio, con todo y que formalmente solo tenga en su futuro el cargo de Subsecretario en lo que será la nueva Secretaría de Desarrollo Social en la Laguna y cuya función, según se dice, tendrá como eje la atención a la problemática del campo, esa que tuvo a su cargo el anterior sexenio su eterno rival, José Luis Flores.
Y bueno, diremos que quizás sea en esta Navidad cuando el Gobernador Manolo Jiménez Salinas dé a conocer una nueva camada de funcionarios que se sumarán cual engranajes menores a su equipo de trabajo, claro ya en cargos que no serán ni de primer ni segundo nivel, aunque si importantes para el cabal desempeño de la nueva administración, en la cual, que al menos en la comarca, corresponderá al Licenciado Eduardo Olmos Castro, como Secretario de Desarrollo Regional, figurar como el eje de la balanza desde donde se equilibre en la Laguna, no solo la representación del nuevo gobierno estatal, sino también a cargo del equilibrio político y social, así como la atención de sus actores políticos y sociales.
Y en espera de mejores y más venturosos tiempos, en los que la salud, el dinero y el amor estén presentes en todo y cada uno de nosotros, y que sobre todo la paz inunde nuestros corazones en esta ya muy próxima Navidad.