¡Que 20 años no es nada! Dice el tango, pero la verdad es que mucho significa el transitar a lo largo de dos décadas por la amplísima Carretera de la Información, que nos ha proporcionado Internet, amén de los sustanciales y aún inacabados e impredecibles impactos que esta herramienta ha generado en nuestras vidas en todos sus ámbitos, en especial en lo que se refiere a la comunicación y en lo que a este espacio corresponde, que transita bajo el impulso de explorar el camino que en el ya lejano diciembre 28 de 2003, es decir en los albores de este Siglo XXI por el talento y la disciplina de César Eduardo Espino director técnico -que hoy se nombra como tal-, de esta modesta participación quien avizoró la importancia de la herramienta, que permitía poner en circulación la información recabada, sin utilizar los tradicionales recursos de la empresa periodística o televisiva, sin emprender esfuerzos para dotar de condiciones de producción por estas utilizadas, por carecer en absoluto de los recursos financieros, ni personales, ni empresariales, o cualquier otro grupo de poder, legal o de facto, interesados en ejercer mecenazgo alguno, necesario para poner en marcha este modesto espacio, y que nuestra participación en el cotidiano esfuerzo de comunicar, sin utilizar tradicionales métodos de producción que utilizan aún, las empresas periodísticas o televisivas y que imperaban en el escenario informativo vigente en tal momento, imposible era difundir un esfuerzo personal en el ámbito informativo, de no contar con las herramientas de producción industriales necesarias para ello, explorando así, forzados por la necesidad de explorar el nuevo camino que marca la revolución tecnológica, que surgida en el primer tercio del Siglo XX, continúa su imparable desarrollo, que hace posible que cualquier ser humano, con celular en mano, no solo se entere al minuto, casi casi «en vivo» de cualquier hecho que se genere en cualquier parte del mundo, y lo que es más importante y trascendente, aporte, de así desearlo, su opinión al respecto, por más inapropiada que parezca la acción que genera, el fenómeno de las redes sociales a través de diversos plataformas creadas exprofeso y que hoy como se dice son de uso común, creando asi, dicen los expertos, una nueva versión de la bíblica Torre de Babel, impacto que entre los Medios de comunicación que fueran tradicionales, tan poderosa concentración, que generó el ser considerados «el cuarto poder», y que hoy es solo leyenda, al atomizar sus centros emisores, suplantados asi al infinito, a través, de las redes sociales y plataformas similares, más las que surjan y que dieron nacimiento a nuevas formas de participación, no solo en los terrenos de la información y el entretenimiento, sino también, en el campo de las expresiones e intereses políticos.
En este movedizo escenario AQUI, LAGUNA, ha tratado, con esfuerzo y tesón, transitar el oficio de testificar, de recoger, informar, a través de la palabra escrita y hasta a analizar y emitir opiniones sobre los temas dominantes, con mayor o menor éxito -Juzgue USTED, LECTOR-, y bajo las tesis fundamentales del oficio que venimos ejerciendo, en este inapreciable espacio cibernético, por quien esto escribe, que se suman a otro periodo de participación periodística, a lo largo de casi 50 años.
Hoy, agradecidos por el interés mostrado en esta participación y bajo sus ojos y entendimiento según sea el juicio que este modesto esfuerzo les produzca, al arribar a los 20 años de existencia en este espacio. ¡Gracias, muchas Gracias!, y que la buenaventura acompañe sus vidas y las nuestras, Dios mediante a lo largo de el ya inminente arribo del 2024.