Aquí Laguna.

¡Superados! En su mayoría, Gracias a Dios, los presagios gestados a lo largo de la complejo  sinuoso y sangriento   proceso electoral previo y que arrojara 35   candidatos    asesinados  y cientos de !amagados con su extinción!,  que anticipaban que la violencia política se haría presente amén de que son indistintas   las bandera  partidistas bajo la que pretendieron   contender, y que perecieron bajo la artificiosa  polarización no solo del orden político, sino la del crimen organizado, presente -nos guste o no-, hace ya  nada  presencia subrepticia  a ciencia y paciencia de quienes tienen como obligación principal  en el ejercicio del poder, que no es otra que garantizar la vida y patrimonio de sus gobernados,  algunos  de auténtica piel de teflón, han sido omisos, cuando no cómplices del crecimiento del factor delictivo en la vida de los mexicanos, que al parecer pasó de existir en los sótanos de la sociedad, a convivir   con ella, con total impunidad, siendo incluso parte de sus élites, gracias al poder  aplastante del dinero  del que disponen.

Hoy  los mexicanos hemos atestiguado a como el crimen organizado ha sentado sus reales y dominio en territorios  ubicados a lo largo y ancho de nuestra patria,  y que se expresa no solo en al dilema de «plata o plomo» sino de mecanismos más sofisticados, no por ello secretos, pero igualmente intimidatorios y reales, que han generado al menos en las nuevas generaciones «anesteciadas» en  su  sensibilidad  social, agravados  por la impunidad e indefensión, legado  que  deberá encarar quien  alcance, con el voto mayoritario,  el principal cargo de este país   y que se llama de entrada, seguridad, serán historia  ya,   las pésimas campañas  que en su  gran mayoría realizaron los aspirantes en  la contienda, de todos los niveles, claro que hubo excepciones, pero sería bueno preguntarnos  cual de las promesas vertidas  quedó fija   y en pendiente  de exigirla, además gracias que se acaban, hasta algunos años mas la «putiza» de 55 millones de spots tirados a la basura y no precisamente de la historia.

En este marco, con una altísima expectativa de participación ciudadana  México   tendrá  a la  primer mujer que arribe  como titular de la Presidencia de la República, en un país de  muchos, pero muchos machos, bien  corresponda este honor y compromiso  sea  Claudia Sheinbaum, o Xóchitl Gálvez según resulte el cómputo que estaremos conociendo en las hora  días próximos, asi como del resto de los  mas de 20,702  aspirantes registrados a igual número de cargos de representación popular  de candidatos   que en nuevo Estado, buscarán  la gubernatura del mismo, de    los que renovarán la Cámara de Senadores, más la Cámara de Diputados, legislaturas locales y decenas de municipios y sus respectivos  cabildos. Mañana lunes, sabremos si las cosas como las estamos viviendo en este país,  continuarán al menos por otros seis años, o bien, se impondrá «el cambio» así sea también «para que nada cambie». Lo que si se advierte, es que el sistema de partidos  bajo el que vive la clase política en este pais, deberá ser sometida a revisión…

En esta acción ya se estará viendo cuantos de los más de 90 millones de mexicanos convocados a las urnas, ejercen su derecho ciudadano, o bien, lo dejan pasar, ocupando especial atención  si los jóvenes   responderán   a tal convocatoria, renuentes, como lo han sido hasta la fecha, en su mayoría. En esta jornada notable también, el principio del fin de la costumbrita esa de  que los personajes políticos en ejercicio de algun cargo,  asi como los que aspiran a sucederlos, hasta en  esta ocasión,  había trato preferente en las filas de votantes  que  se agolpaban en muchos casos  y  diremos que en esta ocasión, ni las candidatas a la presidencia de la república  al igual que muchos mexicanos a  esperar turno  formando largas larguísimas «colas», en especial, valga la redundancia  en las denominadas «especiales» que fueron insuficientes para recibir a los demandantes ciudadanos «en transito»  para poder ejercer su derecho ciudadano, ante  el agolpamiento de  decenas de ciudadanos que si lo hicieron con  mayor anticipación que las citadas .Bien por el país, ese es un paso para que en verdad, los mexicanos seamos todos iguales,  pasito es un avance, pero hay que felicitarnos. Quizás por esto, en Torreón, tampoco se agotó la tradición citada, en la que  se citaba con anticipación casilla y hora a la que tal o cual personaje, iría a depositar su voto, para agolpar reporteros  y camarógrafos  que recababan con fruición sus sabias  palabras o consideraciones en torno del proceso, que bien, tal costumbre además de anacrónica, es cursi.

Y a media tarde, poco después de las 18:00 horas, en Torreón,  Shamir Fernández Hernandez, y  Román  Alberto Cepeda, con la representación de la lideresa  del Comité Municipal PRI  se alzaban  con que la tendencia de la votación  les era favorable a su interés. Hasta ahí, pues ninguna de  las dos fuerzas políticas en pugna, ya que ambas, se pronunciaban por  estar en espera de los resultados oficiales, que estará arrojando en las próximas horas el PREP. Ninguna   de ambas  se animaba a iniciar festejo alguno que corraborará más allá de los números su supuesto triunfo, será pues cosa de  esperar tales resultados   que deberán conocerse este mismo lunes…

En cuanto a los resultados de la elección  presidencial, al parecer no habrá  sorpresas,  toda  vez que desde en antes, Claudia Sheinbaum se perfilaba como la ganadora, sin conocer nada aun en  relación a  la contienda senatorial, así como las que corresponden a la  elección de diputados federales.

Diremos también que la expectativa de la participación  ciudadana, al parecer fue rebasada,   comentándose según apreciaciones muy particulares que esta pudieran rebasar el 70 %  de los más de 90 millones de  integrantes de lista nominal, además que en el caso concreto de la Laguna,  la jornada  resulto  además de  copiosa,  tranquila, sin incidentes graves, más allá de la banda de motociclistas que intentaron fallidamente alterar  el orden en algunas casillas, sin éxito, pues resultaron detenidos. 

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Author: Olga Quirarte Ramírez