¡Los números! Los hechos pues, y con ello, el vértice de la que toda la comentocracia mexicana, ha venido abundando a partir del mediodía del pasado 2 de junio, cuando apenas si se balbuceaban las filtraciones, que interesadas o no, arrojaban por las famosas encuestas de salida. Hoy con certeza y una vez entregadas las famosas constancias de mayoría a los ganadores diremos que el tsunami que arrasó con alianzas y candidatos, estos últimos no quiere decir que hayan resultados perdedores «para siempre», pues ya se sabe que las victorias tampoco y de ahí, quienes en verdad tengan madera de auténticos miembros de la clase política, podrán «resucitar» en un margen no mayor de tres años, si es que asimilan la experiencia y sobre todo, si sus organismos partidistas postulantes tienen la capacidad y la voluntad para «reinventar», sobre todo, si las dirigencias perdedoras se hacen ya a un lado para dar paso a una nueva generación que se haga cargo de diseñar futuro y no se quede, como hoy lo están más que anquilosados, apoderados por decirlo de modo amable, de las concesiones que la ley electoral le concede de manera exclusiva el registro de candidatos como única vía legal para acceder a un cargo de elección popular en este pais, así como la «selección» de sus burocracias para el mismo objetivo, el de obtener, sin despeinarse, algún cargo de representación popular a través de la postulación plurinominal, el puñito de «dirigentes» de caraduras, que seguirán tan campantes cínicamente colocados sobre los pírricos resultados electorales obtenidos bajo «su conducción» , haciéndose que no conocen aquello de que dirigencia que pierde elección, renuncia ipso facto como lo hacen los políticos de «avanzada» allá en la vieja Europa, y en otros países, que no lo son tanto, dando así paso a la indispensable renovación.
Pero hasta donde hoy sabemos, el tal Alito, que logró llevar al otrora hegemónico PRI, a obtener como partido, 5,736,759 votos el PRD de Jesús Zambrano , 1,121,020 el PAN de Markito Cortés 9,664,918, cifras históricas, sí, una cifra histórica como derrotados. Sin embargo ninguno de sus dirigentes nacionales, esto es, los señores Moreno, Zambrano y Cortes, no se muestran de modo alguno a dejar sin más los cargos de perdedores que hoy ocupan y ya los ve, inventando justificaciones, incluso subterfugios y salidas legaloides estirando la máximo los estatutos de sus partidos, para permanecer ahí, donde están, por más y que ya se hayan asegurado con todo tiempo e intención cada uno en el primer lugar del listado de Senadores plurinominales en la circunspección correspondiente.
Uno de los retos inherentes con tan aplastante votación, pudiera generar, al eliminar los equilibrios de poder, la insurgencia de una «tiranía de las masas, o Tiranía de las Mayorías», en detrimento de los derechos de las minorías según anticipaba, como una de sus muy interesantes tesis, Alexis de Tocqueville en sus estudios en torno a la democracias liberales allá en el Siglo XIX , y que los mexicanos de este siglo, según se advierte la haremos realidad, para empezar en el ejercicio de la próxima legislatura federal, y luego la amenaza, intimidación, o como Usted quiera llamar la ya anunciada reforma del Poder Judicial que incluye como punto toral «magistrados por elección popular» según voluntad expresa y la cual no quiere dejar sin ejecutar, antes de irse a «La Chingada», es decir, a su finca tabasqueña el titular de la ya agonizante administración a cargo de Andrés Manuel López Obrador, siendo hasta hoy según expertos, el único dique a vencer en tal objetivo, será la resistencia que ofrezcan los mercados financieros internacionales que dueños del dinero como lo son, se muestran más que temerosos al perder confianza, la certidumbre pues, de contar como lo ha sido hasta hoy, de la indispensable certeza jurídica que garantice la integridad de sus intereses a sus inversiones, sean estas ese carácter especulativa o bien productivo, no sin padecer todos los mexicanos, de suceder así, las consecuencias en los ámbitos de la economía y otros correspondientes.
En este maco ¿quien se acuerda hoy, hoy, que concluye el recuento de la pasada elección, el destino que les depara, a las viudas, los huérfanos, los madres y deudos de los 35 candidatos asesinados por la violencia criminal que tiñó de impunidad y sangre la elección de junio del 2024 y la fiesta democrática?Así de flaca es nuestra memoria, pero aun más, la de gobierno en turno.
Y en la Laguna, por votación emitida a favor, ya se habla que la obtenida por Román Alberto Cepeda González, por la reelección como alcalde del municipio como la más alta obtenida en la centenaria historia del municipio de Torreón, que sumó 175,138 votos, de los 375,258 emitidos, muy por encima de los alcanzados por su más cercando contendiente, el neomorenista y ex priista Shamir Fernández, que se quedó con solo 148,839 sufragios, pero que a ambos organismos partidistas y sus alianzas, les correspondió también ganador solo uno de los dos Distritos electorales federales, el V y el VI, que tiene como cabecera Torreón siendo estos -quién nos lo iba a decir Guillermo Anaya y Cinthia Cuevas-, uno con los votos del panismo en alianza, pues el PAN solo le dio 19,474 -que también servirán para hacer regidor a Sergio Lara Galván-, en tanto la señora Cuevas, contó con los votos nacidos el corazón, es decir, de los beneficiarios de los programas federales, en especial el que corresponde a los adultos mayores y demás apoyos en generoso cash digital le tocó entregar a sus beneficiarios como delegada de la Secretaría del Bienestar en la región. No más. Vamos a ver para que nos sirven a los laguneros ambos.
Por cierto, más que putrefactos dejó a sus malquerientes el triunfo de Benito Ramírez, que resultó reelecto en el Distrito 01 de Coahuila, anticipándose que llegará a la Cámara de Diputados, sin mayor esfuerzo personal, pero eso si, con los pantalones en la mano, no sea que se le vuelvan a caer en público.
Le diremos a Luis Fernando Salazar Fernández, al haber obtenido beca por los siguientes seis años, Dios mediante poder seguir durmiendo en su reposet, es decir en su curul, en la Cámara Alta, donde conquistó el mote de «el dormilón» cuando fuera Senador, pero bajo el patrocinio del PAN y en esta ocasión esta su unción a la bandera guinda que lo aprieta, es decir MORENA, tras la retorcida metamorfosis que lo hizo transitar desde su origen partidista y en este dentro del grupo ultraconservador del mismo, hasta el seno mismo de la proteica composición ideológica de MORENA, en convivencia con los restos de la izquierda histórica en este país, solo para ocupar no una curul, sino un reposet, donde ir a dormir sus sueños de poder y ya lo estaremos viendo despertar, hasta la próxima elección.
Y quedo firme como Senador de la primera minoría el Ingeniero Miguel Angel Riquelme Solis a quien se le augura, según lo indica su trayectoria, una inmediata «resurrección», cual ave fénix en el complicado clima que prevalece no solo en su Partido sino en el escenario nacional.
Y una vez que se le bajen los humos a algunos de los escasos ganadores de la pasada elección ya veremos, si es verdad que se ajustaran a cuentas con todos aquellos que jugaron a ser «espadas de doble filo», es decir, de traidores a los compromisos partidistas y hasta personales contraídos con muchos de los aspirantes. Y contra lo que pudiera creerse dicen, no encontrarán la tradicional y hasta pasalona indiferencia, pues hoy dicen habrá cobranza o venganza, según se vea y firme, consistente no solo en la expulsión de las filas del partido, como fuera el caso del ex gobernador Alfredo del Mazo, ya Veremos.
Por lo pronto esta misma semana se pretende volver a la normalidad, y en este marco, el Gobernador Manolo Jiménez Salinas, estará este mismo martes en Torreón.