¡Septiembre Negro! Sepa Dios, pero acá a los ciudadanos de a pie, los augurios y los hechos hacen percibir que tal color dominará la vida y escena política mexicana en los siguientes días en curso, lapso de tiempo que la ley marca como término al Mandato Constitucional a cargo de Andrés Manuel López Obrador, que parece padecer la tentación de prolongar el ejercicio de tal mando, mas allá de los limites mencionados y alejarse a La Chingada, para dejar que la próxima presidenta del país, ejerza «su personal estilo de gobernar», en el ejercicio del mandato que alcanzó en las urnas, que por cierto, solo eso, y que no incluyó para nada consulta para reformar el poder judicial federal como asevera el zacatecano Ricardo Monreal, en penoso y retorcido ejercicio de retorica a la que su condición de adorador lo obliga, dispuesto hasta la ignominia si así fuere necesario y ya como está a no acatar disposiciones de dos juzgadores federales que han concedido suspensión provisional, con el que arranca Juicio de Amparo, solicitado en Morelos y Chipas, no contra la reforma judicial en si, con todo y que pudiera aprobarse su dictámen, sino que ésta no podrá ser enviada a las entidades federales para su aprobación, debido a que a juicio de los juzgadores, los legisladores no han contado con el tiempo suficiente para conocer una propuesta que ellos, no han elaborado. Nomás…
Lo anterior hace suponer que el tramo porque el que transitará el Dictamen que presuntamente éste mismo lunes inicia su discusión, tardará un rato, quizás el suficiente para que López Obrador se vaya a su rancho y deje a Doña Claudia Sheinbnaum meter mano en un asunto al que a ella le tocará enfrentar las consecuencias, el cual ya le generó incipiente movimiento a selectos grupos estudiantiles, universitarios, amén de voces -solo eso-, que ya le generaron «pausa» a las relaciones del país con USA y Canada, con todo y que las «inventadas pausas», cual mensaje de mañaneras al extranjero, no existen en el derecho internacional. Por cierto el tema, de vital interés para la vida pública y sobre todo para el gremio de abogados y litigantes, se significa por el «estruendoso silencio» que estos, al menos desde la Laguna han guardado, con todo y que existen decenas de Colegios, Barras y Colegios de Abogados, que al parecer y ante estos hechos, son meros membretes, ya que no se ve ninguno de sus miembros, muchos menos sus dirigentes, apoyando de facto a las tareas de resistencia que realizan empleados, jueces y magistrados del Poder Judicial en esta ciudad.
Tal tema y la conclusión obligada de las controversiales faraónicas obras con las que el tabasqueño sueña con trascender en la memoria de los mexicanos en ésta y próximas generaciones, como nuevo santo en los altares Patrios a la altura de un Miguel Hidalgo, de un Benito Juárez, de un Francisco I. Madero cual cabeza central de la «Cuarta Transformación» y lo que ésta signifique, en la realidad que habita nuestro aun Presidente a víctima de su megalomanias que lo hace padecer, auténticos delirios, como el espetado este día ante los súbditos -ciudadanos digo-, concentrados en la grana plancha del Zócalo de la capital del país y repetir la dosis de su democracia «a mano alzada» a favor de su reforma judicial, además de que se ufanó afirma dejar a México con un sistema de salud no solo como el de Dinamarca «sino mejor», pues afirmó que 22 Estados cuentan ya con el IMSS-Bienestar para dar seguridad social a los millones de mexicanos que no cuentan con seguridad social alguna y a los que dejara desvalido con su rotundo fracaso que constituyó el INSABI y eliminar el Seguro Popular, solo porque este fue promovido por su odiado antecesor Felipe Calderón Hinojosa. Lopez Obrador deja para nutrir algún anecdotario sus ocurrencias y pifias, como también, deja, sin duda, largas sombras y algunas luces a reconocer, en especial, el haber tronado su interés en los jóvenes, con todo y su insuficiencia relacionada con establecer contraprestación alguna a sus beneficiarios, así fuera simplemente acudir a clases…
Otro acierto, que debe anotarse, amen de que hace anidar abundante agradecimiento a este sector de la población, históricamente hecho a un lado, por todos los gobiernos, la pensión universal a adultos mayores -hasta donde los futuros presupuestos alcancen-, aumento sustancial al salario mínimo, que con todo y que este se desvanezca al peso de la inflación galopante, es decir, tuvo tino para reconocer y atacar temas demandantes de la sociedad mexicana, en de otros «programas sociales», que tienen menos claros sus objetivos de justicia social a secas y más con clientelismo político.
En cambio poco puede contarse en cuanto a éxito obtenido en materias vitales como lo son educación, cultura, ciencia y tecnología, y como no mencionarlo, su delirio en materia de combate a la corrupción, convertida en la némesis de su gobierno y de la cual, ha salido totalmente derrotado si se advierte que con todo su poder, no cuenta con reo importante o «peso novante» de importancia de este delito en alguna cárcel, y que decir de su famosa «Mafia del poder» no solo no la tocó, salvo su diferendo con Ricardo Salinas y Alonso Ancira, siguen ahí intocados, a su lado, como apoyadores, y qué decir de seguridad, donde el país navega por canales de sangre en varias entidades del país, en manos y control de crimen organizado y sobre todo, el derrame de este factor sobre su clase política, citando solo por vía ejemplificante lo que registra Sinaloa, con su Rubén Rocha Moya, sus chapos y sus mayitos, cual factores de poder que desdibujaron ya cualquier rastro de Estado de Derecho, y que decir de Tamaulipas, de Guerrero, de Chiapas, de Michoacán y demás etceteras.
¿Y porque no citar el grosero uso politico?, que se hizo por este régimen del caso de los 43 jóvenes desaparecidos en Ayotzinapa, donde el olor nauseabundo de encubrimiento seguirá a AMLO por mucho, mucho tiempo. Que decir, también, del protagonismo alcanzado por las fuerzas armadas, esas que se prometió volverían a los cuarteles, y que hoy su brazo «civil» se encuentra ya bajo el mando de los militares, convertidos cual milusos con bien pertrechados presupuestos.
En fin, ya habrá tiempo que labrará distancia en donde puedan analizar con desapasionamiento el saldo que nos deja el primer régimen «de izquierda» en este país, con lo que estará consumando la famosa alternancia aspiración de las generaciones de mexicanos que lucharon en el pasado reciente porque la democracia fuera en este país, un modo, un estilo d e vida…
Y en tanto el mes de septiembre, el llamado mes de la Patria, contará con las celebraciones que la historia y la tradición impone, es decir, las ceremonias que corresponden al grito, y el desfile cívico militar de rigor, amén de las fiestas públicas y privadas con las que la población se dispone, así sean días aciagos a conmemorar estas fechas.