¡La primera mujer presidenta! Y más alla de eso, resulta que los enormes problemas que registra el país, no tienen género, están más allá de eso también y son iguales a los que enfrentó y no pudo cabalmente con ellos, su antecesor, un hombre, más los añadidos y pendientes que dejaron a su paso todos los varones que que lo antecedieron. Basta pues de parafernalia, las celebraciones de tal arribo, pues ahora la señora Sheinbaum, deberá dar los resultados prometidos y los esperados por los mexicanos que le dieron su voto, para que el ejercicio de poder y mando que le entregara la población, no vayan a ser el tope que marque el arribo de las mujeres al más alto cargo de ejercicio de poder en este país y que este no sea debut y despedida, sino que un trabajo sostenido y responsable para alcanzar estadios de paz y bienestar sean la llave que haga sostener la voluntad de la ciudadanía a favor de la permanencia igualitaria de las mujeres en el ámbito político sea una toda una realidad.
La tarea no es fácil, de modo alguno, pues no basta la voluntad política expresada por la Señora Presidenta para alcanzar, ya no digamos el prometido bienestar -relativamente-, sino espejismo alcanzado más allá de las generosas dádivas de dinero público, dicen, sino con el que se alcanza con el ingreso propio, generado a través de la educación y el empleo sino tan solo el que corresponde a la seguridad de las vidas y el patrimonio de los mexicanos, todos, si bien con atención prioritaria, en los territorios del país dominados por la delincuencia organizada y los que sobresalen los que corresponden a Sinaloa y Guanajuato, si bien en nuestro vecino Nuevo León así como en Guerrero, Chiapas donde no se cantan mal las rancheras.
Por ahora recobrar los «territorios ocupado» por el dominio de la delincuencia organizada, será el espacio donde el nuevo titular de la Secretaría de Seguridad Pública, el señor Omar Garcia Harfutch deberá actuar y con ello mostrar que con todo y que por ahora no cuenta con fuerza civil alguna a su cargo, toda vez que esta queda adherida a la condición militar, deberá realizar los trabajos de coordinación, no solo con las fuerzas armadas, sino lo que es más difícil, con los mandos políticos en las entidades del pais, asi como las que corresponden a los municipios y sus alcaldes, así como los jefe de policía local y las fuerzas policíacas a sus cargo y sobre todo en espacios donde la crudeza de la violencia ejercida por la delincuencia cobra altas cuotas de miedo y de terror entre la población toda, amén de los daños que registra ya sus economías regionales.
Por eso, se entiende que el Gobernador de Coahuila, el jovenazo Manolo Jiménez Salinas, sea reiterativo en la conservación de la condición de Coahuila Seguro desplegado desde el primer minuto de su gestión, y en el que permanece a punto de alcanzar el primer año de su mandato, siguiendo un patrón gestado y establecido por dos de sus predecesores, el gobernante lo ha mejorado, tanto que constituye hoy por hoy, en el eje principal de su gobierno, bajo la estrategia no solo de la coordinación, sino de la permanente supervisión de la misma, en de dotar de recursos y herramientas a las fuerzas de la policía estatal que bajo el Mando Único, logran mantener hasta la fecha al Estado, como una ínsula de seguridad que lo hace destacar en el escenario nacional, y que incluso según trascendió, es probable que «se copie» por la administración federal. La coordinación se escucha fácil, pero requiere la voluntad polítíca no solo de quien hoy en Coahuila encabeza su gobierno, sino que marchen al unísono, los 38 alcaldes de igual número de municipio, y enseguida la del resto de las corporaciones que en en el Modelo Coahuila de Seguridad involucran.
Y diremos que no todo es miel sobre hojuelas, baste recordar las repercusiones que en diversos ámbitos de la zona lagunera, registró un tema que se antojaba menor ; la operación de un Grupo de Reacción y Proximidad, y que en Torreón generó una minicrisis, que si no fue de orden político, como se insiste, sí lo fue en cambio de orden mediático, según percepción una crisis mediática, con sobresalientes sujetos políticos involucrados y que según expertos en los mentideros políticos de la región, sigue, cual tormenta intermitente en el ámbito que rodea alcalde reelecto de Torreón, Román Alberto Cepeda González, que se exacerba debido al carácter por demás explosivo del alcalde, y más que habrá de serlo, de «bajar dos rayitas al listón», más aun cuando el gobierno de Coahuila ya hizo publico y presentó al Contador Publico Xavier Herrera Arroyo, como Subsecretario de Asuntos Políticos y Sociales, amén de otras designaciones que identifican «los especuleros» como meras fuentes de resentimiento en torno al edil torreonense por más y que en los hechos, tales designaciones se afirme sean para fortalecer la presencia en la zona lagunera, por si fuera poco en búsqueda ávida de bocinas y cajas de resonancia por las cuales hacerse oír, anda por ahí el diputado -de chiripa-, Antonio Attolini Murra, anunciado, solo eso, que pedirá juicio político versus el alcalde Román Alberto Cepeda, por las presuntas violaciones a disposiciones expresas a Derechos Humanos y la representación de ésta instancia a nivel local, al mismo tiempo que alucinado, dice que en Torreón se han registrado, cientos de «desapariciones». Sin duda ha de estar recordando algún remanente de los cuentos de la Mil y una Noche que leyera cuando era solo un infante…
Quizás hasta el momento la exhibición de los apuros judiciales que enfrenta el profesor Mario Cepeda Ramírez tras una denuncia interpuesta en su contra por «violencia de Género», por parte de su sobrina política Silvia Villarreal, denuncia que registraba alguna congelación judicial, pues Cepeda Ramírez se desempeñaba como diputado local y obvio contaba con fuero, que volverá a tener, a partir del día primero de enero del 2025, de lograr tomar posesión como tal y si la sentencia que corresponda, de resultar culpable de tal señalamiento pudiera estar impedido, pero dicen sus amigos -recuérdese aquello de que unos son amigos del muerto, y otros del matador-, que también los tiene, pues no por nada resulta ser el líder social histórico, en el ámbito urbano de la comarca, que sea cual fuerte tal desenlace a Cepeda Ramírez lo ha de tener sin cuidado, entre otras cosas pues ya fue regidor en el pasado y también diputado local, además de alcanzar ya su octagésimo aniversario de vida y enfrentar por ahora problemas más importantes, como es el de su delicada salud. Tiene sí, intereses, que no son otros, que la cobertura política que les presta a sus descendientes. Ahí sí, que le pueden «pegar» y todo, dicen, por ser muy amigo de sus amigos y haber sido el unico político lagunero tricolor que osó, hace días, declarar en público que «Torreón debe ser para los Torreonenses» en un acto de entrega de cartas de posesión a cargo del alcalde Román Cepeda en medio del sensible clima generado por el rifirrafe de los cuerpos policiacos de reacción. Veremos y diremos…