¡10 de abril 1919, muerte de Emiliano Zapara!, héroe agrario por antonomasia en nuestra historia, asesinado a mansalva, allá en Chinameca según se imputa a la larga mano de los carrancistas en esos tiempos con el caudillo del sur. En fin, vale la pena recordar en tan infausta efeméride su legado, cuando en Torreón se vive, episódica lucha ya devenida en tragedia, en uno más de los episodios que aun se escenifican en éstas tierras, las reivindicatorias luchas por la tierra, así sean meros retazos que quedan, cual si fuera mero botín, mera mercancía y no insumo histórico fundacional como lo fuera, hasta antes de la reforma del 27 Constitucional, claro y con toda proporción de tiempo y lugar guardados, diremos que el joven Rolando Medina, de solo 28 año de edad -por cierto, sobrino del líder cetemista en Coahuila, Tereso Medina-, que pagó con su joven vida, su participación en la defensa de los patrimonios en juego en el singular litigio agrario y judicial contenido en el expediente 279/2024, cuyo desenlace generó el desencuentro, roto protocolos- si es que lo hubo-, entre fuerzas del orden como se decía en el pasado y el grupo de vecinos del ejido Nuevo Mieleras, que tenían en posesión y usufructo, cien hectáreas que les fueron tituladas, durante la administración estatal que presidió el Doctor Rogelio Montemayor Seguy y que hoy por hoy figuran en el Catastro de Torreón, como propiedad del inefable matamornse José Antonio Muños Luévanos, sin que haya habido proceso adjudicatorio conocido por sus vecinos ocupantes del predio que el Poder Judicial de Coahuila a cargo del Licenciado Miguel Mery Ayup consintió y se ordenó el desalojo mediante orden judicial, que hoy debe quedar bajo lupa, pues al parecer no se agotaron, para nada, los debidos procesos en litigios de éste orden, toda vez que a solo dos de los 44 derechosos ocupantes del mismo, les fue girada notificación de desalojo, pero resulta que ambos escogidos para tal acción, uno ya estaba fallecido y el otro vive en el extranjero.
Y «algo huele podrido en Dinamarca», cuando para el desalojo registrado el pasado lunes, se desplegaron 45 elementos de la Dirección de Seguridad Pública del municipio, no de fuerza estatal alguna, grupo al que además se agregó, según confusa versión «otros elementos» armados y con vehículos oficiales que fueron recibidos, ciertamente no con flores, sino con palos y machetes por los habitantes del lugar, que hicieran buena la muy mexicana tradición de defender la tierra con la vida, si es necesario, y se pagó la cuota, acción que en pleno Siglo XXI tiene más que enfrentados, otraaa vez, ya no solo al grupo ejidal con el inefable y poderoso Ingeniero Mono Muñoz y su hermano, el Fitin, que figura ahora también como Sindico de Minoría en el Cabildo de Matamoros, con el sello de MORENA.
Por si fuera poco, de nueva cuenta, con todo y que el horno no está para bollos, con todo y que el alcalde, en heroica positura afirme de cara a la población, su apoyo incondicional a la actuación de las fuerzas policiacas a su mando, sin esperar para ello, el resultado de las investigaciones judiciales que necesariamente habrán de agotarse, para definir también el destino del uniformado que ahora enfrenta, con pérdida de empleo y hasta prisión posible por su participación en el desalojo mencionado y el alto costo que estará representando a él y su familia, con todo y el respaldo del edil, asi también el elemento policiaco no se manda, ni actuó solo, pues forma parte de una cadena de mando que tampoco deberá quedar exenta de responsabilidad, amén de que se exhibe, falta de capacitación y adiestramiento para estos menesteres, que ya se vio se repitieron dosis éste mismo medido día, cuando los campesinos y/o simpatizantes, decidieron por segundo día consecutivo realizar una manifestación de protesta, bloqueando vías de comunicación por el Bulevar Independencia a la altura del Perifeŕico, de donde, fueron desalojados, registrándose algunos incidentes que dividen opiniones en torno a la narrativa ya dominante, que eso eso sí, intereses que ya se identifican imponen el redes sociales y algunos Medios.
Así que a preparase, pues el alcalde en rueda de prensa informó que mensualmente se reciben entre 28 y 30 mandatos con apoyos policíacos para realizar desalojos, de ahí que con tal número, obvio que estarán generándose expresiones del orden político ineludibles, por simples acciones reivindicatorias por las tierras aledañas al fundo de la ciudad que fueron ejidales, así se haya vendido de buena o mala fé a particulares, algunos muy, pero muy voraces también, pues ahora hay derechos de posesión en curso además de que, quiérase o no, se deberá exhibir y conocer la política pública instrumentada por la actual administración, o las que los precedieron, en este tema para darle curso y solución a las necesidades de vivienda que demandan sectores por demás vulnerables, que carecen de techo y ya poco o nada se sabe, en que han quedado las reservas territoriales con que cuenta el municipio de Torreón, o si bien éstas ya se dispersaron y están en manos de quien sabe quién y como.
Por cierto, en el caso de Nuevo Mieleras, ya se registran ominisas amenazas, sobre personajes regionales, que han osado participar en apoyo de los hoy desalojados de origen campesino, ¡ojo pues!, y en alerta, pues de ello ya conocen las auoridades estatales…
Pues nada, que éste mismo día el alcalde Román Alberto Cepeda González, encaró al fin, un tema recurrente, que alimentaba y alimenta los corrillos políticos y no de éste municipio y de la zona lagunera, centrado en la salud que registra la humanidad del edil a sus 59 años de edad, luego que en los últimos tres o cuatro meses, su otrora vigorosa humanidad empezó a presentar huellas visibles de deterioro, y pérdida de pelo que dio lugar, ante no información precisa, con todo y que éste tema, es en efecto de índole absolutamente privada y merece todo el respeto, pero resulta que Román Alberto, es la primera autoridad del municipio y por eso mismo el tema generó un mar de comentarios emitidos de buena o mala fé, según el emisor, que perturbaron un ordenado trabajo en la administración municipal nutrida por sus esporádicas ausencias que sin mediar mayor explicación del interesado.
El alcalde hoy admitió haber tenido tropiezos en su salud en los pasados meses de diciembre y enero, pero hoy, afirmó ante cámaras y micrófonos de que «los muertos que vos mataís» , como los muertos de los versos del poeta Quevedo y Rojas «gozan de cabal salud» y que hay Román para mucho rato, así hablando en tercera persona de sí mismo, Román mostró ser lo que es; Román, y de paso dio las gracias a quienes se interesaron, de buena fé, por su salud, pero también para los que no, a quienes identificó como «zopilotes carroñeros» a quienes envió sonora mentada de madre, acción que hizo creíble a los ahí presentes, de que se encuentra ya en mejor estado de salud…